Los tres regalos. No sabían por qué, pero algo en ellas había cambiado. Era ese refugio. Su paz.
«¡El avión, el avión!» era una conocida frase que, para quienes tenemos algunos años, era el inicio de un apasionante capítulo de la exitosa serie de fines de los años 70 y comienzo de los 80, «La isla de la fantasía». Aunque el cuento «Los tres regalos» no tenga una directa relación, leerlo me trajo el recuerdo de esta inolvidable serie en la cuál, a cambio de un importe de dinero, en cada capítulo se cumplían los deseos y fantasías de quienes llegaban como huéspedes a una paradisíaca isla.