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Alas bellas 😮 Desplegó sus alas para semejar un arcoiris gigantesco difundiendo sus colores en todas direcciones.

Por Gisela de la Torre Montoya. Cuentos infantiles fantásticos

Alas bellas es un cuento infantil de aventuras y fantasía. Cuenta la historia de niños que fueron a nadar al río y, luego de un peligroso percance, se encontraron con una inusual visita. Es un cuento de la escritora cubana Gisela de la Torre Montoya.

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Alas bellas

Alas bellas - Cuento fantástico

Una fuerte corriente perturbó las tranquilas aguas del río donde Ignacio nadaba y su grito de sorpresa se confundió con el rumor de la turbulencia impidiendo que sus amigos lo escucharan, pues se hallaban en el firme, un poco alejados.

De inicio, paralizado por el pánico, el niño no pudo evitar ser arrastrado aguas abajo, hasta que, sobreponiéndose al estupor, consiguió bracear a duras penas de manera transversa, rumbo a una roca con la cual pudo frenar el arrastre.

Luego de recuperase un tanto, halló asidero en la lianas de un gran árbol y se aferró a ellas para, con gran esfuerzo, alcanzar la orilla.

Allí permaneció un rato, con la mirada cargada de temor fija en las achocolatadas aguas, hasta que decidió alejarse monte adentro, mientras pensaba: Tiene que haber llovido muchísimo en lo más alto de la sierra para que las aguas bajen así, tan terrosas.

Detuvo sus pasos en un claro del monte y, respirando hondamente, advirtió que en derredor todo parecía normal, pues las plantas gozaban de los rayos solares.

No entiendo nada, se dijo antes de escuchar el voceo de sus amigos.

— «¡Aquí…, aquí!» —le respondió y trabajosamente caminó rompiendo la espesura, guiándose por las voces.

— «¡Ignacio, pensábamos que te habías ahogado!» —exclamó Yorlaida, casi llorando de contentura, y Santiago corrió a darle un abrazo al amigo que todos creyeron perdido.

— «Como estuvimos tan entretenidos con aquel nido de zorzal y vimos el río tan mansito» —dijo Ignacio, antes de quedarse pensativo— «no pudimos siquiera imaginarnos que allá arriba…»

— «La madre natura es tan…» —Yorlaida elevó su mirada, en busca de la palabra precisa.

— «Impredecible, como dice mi mamá» —completó Santiago y los demás, buscando la manera de cruzar a la otra orilla, se quedaron mirando, sobrecogidos, la frenética corriente de la cual surgió un pez muy singular porque, en vez de aletas, desplegaba un par de alas tornasoladas, preciosas.

— «Súbanse a mi lomo, muchachos» —los invitó—. «Los conduciré sin riegos a la margen opuesta, pero, eso sí, no se entretengan revisando mi ale…, digo, mis alas, pues si las tocan podrían caerse.»

Los amigos, perplejos, cruzaron miradas de indecisión pero comenzó a caer un intenso aguacero que los estimuló a treparse en el lomo del pez que surcando el aire a la velocidad de un avión supersónico los trasladó a la otra orilla del turbulento río.

En cuanto los amigos se bajaron, una nube, como de espumas, hizo alzar al pez y cuando estuvo a media altura desplegó sus alas para semejar un arcoiris gigantesco que se elevaba, muy lento, difundiendo sus colores en todas direcciones.

Cuando finalmente el pez se perdió en las alturas, los amigos miraron al río y observaron que las ruidosas y turbias aguas volvían ser mansas y cristalinas.

Pasaron todo el camino de regreso discutiendo si en realidad había sido el pez responsable de aquel brusco cambio en la corriente del río y como no se pusieron de acuerdo, por varias noches no durmieron tranquilos pues tenían un par de alas tornasoladas, preciosas, prendidas de sus memorias.

Fin.

Alas bellas es un cuento infantil corto que nos envió su autora para publicar en EnCuentos, de Gisela de la Torre Montoya © Todos los derechos reservados.

Sobre Gisela de la Torre Montoya

Gisela de la Torre Montoya - Escritora

«Soy Gisela de la Torre Montoya, escritora de Santiago de Cuba, Cuba. Tengo varios libros publicados en mi país y en revistas de México, España y en Argentina en la revista Cyber Countries. También en Argentina me publicaron en una antología donde muchos escritores del mundo tuvimos la dicha de exponer nuestros cuentos. Fue publicada por la editorial Vuelta a Casa de Buenos Aires, y presentada en el 2013 aquí en Santiago de Cuba por el argentino Ángel Kandel

Gisela es narradora; ha obtenido premios en certámenes como Proverso, Leer es saber, y Ángelus; también, ha integrado jurados en “Leer es saber” y “Samuel Feijoo”.

De ella son los títulos:

  • “La sirena que quería las estrellas (Ediciones Santiago, 2011);
  • “El nido” (Editora Abril, 2012);
  • “El cerdo comilón” (Editora Abril, 2013);
  • la antología Café con Letras-La Re-evolución de la Palabra (Editorial Vuelta a casa, de Buenos Ares, Argentina, 2013).

Ha publicado la antología “La fuerza del mundo”, y en varias revistas argentinas, españolas y mexicanas. También en la revista “El Papalote” y el folletín “La Chiringa”, en Bayamo, Cuba.

“Porque leer hace más hermoso al mundo y así ayudo a que las personas de cualquier edad aprendan o al menos se interesen por las cosas bellas que nos rodean.”

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