Mi amiga la oscuridad
Tengo una amiga muy especial a la que os quiero presentar que se llama OSCURIDAD.
La he descubierto hace poco y me ayuda a descansar.
Con mi amiga de la mano, ahora ya puedo soñar
Cuando era pequeñita, no me quería acostar.
Siempre lloraba y una luz necesitaba.
Creía, que en la oscuridad había monstruos, ogros y demás…
Y me asustaba yo sola
Y no me podía dormir.
Mis padres estaban fritos.
¡No podían descansar! porque siempre me despertaba una, dos veces o más…
Llorando muy asustada porque había OSCURIDAD.
Me compraron una luz, para encender por la noche.
Para que así OSCURIDAD no me viniera a visitar.
Pero todo seguía igual, pesadillas, despertares y temores sin cesar.
Seguía sin descansar
Pero ocurrió que una noche, hubo apagón general. ¡No había electricidad!
¡No funcionaba la luz!
Y sucedió que esa noche y por azar, descubrí a OSCURIDAD.
OSCURIDAD que es muy lista, me quería conocer y aprovechó la ocasión.
De repente, como por arte de magia, todo desapareció.
De la mano de mi mami me fui a mi habitación.
Y como todas las noches, de mi historia favorita comenzó la narración: magia, hadas y princesas.
Pero en esta ocasión, fue fácil usar la imaginación.
Sin los ojos apretar, gracias a OSCURIDAD, pronto pude imaginar princesas, castillos y hadas.
Esa noche descansé de un tirón hasta las diez.
Ahora OSCURIDAD es mi amiga y me ayuda a descansar llenando mi habitación de PAZ.
De su mano todas las noches me lleva a un lugar maravilloso, a ese país de los SUEÑOS, donde puedo IMAGINAR cosas fantásticas y aventuras que me hacen disfrutar.
Sueño que vuelo, que viajo, que camino del revés, que vivo en un castillo gigante y que de mascota tengo un pez.
Que hablo con las margaritas, que persigo golondrinas y que juego con Lanita.
Todo gracias a mi amiga OSCURIDAD.
Fin
Autora: Teresa Arrabé Campanario
Cuento infantil sugerido para niños a partir de cinco años
Tabla de Contenidos