“Tengo una pata rota”
dice la silla al martillo,
“¿Por qué no buscas un clavo
y me arreglas buen amigo?”
“Como eres de metal,
yo no te puedo ayudar,”
contesta con seriedad.
“Pero iré a buscar al fuego,
con el calor de sus llamas
fundirá bien tus heridas
y estarás nueva mañana”.
Fin
De la serie de poemas Rimas infantiles para Chiquitines.