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La paz bien entendida empieza por casa – Día Internacional de la Paz

La paz bien entendida empieza por casa. Liana Castello, escritora argentina. Reflexión sobre la paz. Ilustración de EnCuentos.com

En líneas generales, cuando hablamos de paz, pensamos en “grande”: la paz del mundo, paz entre los pueblos, los gobiernos, las naciones.

La paz, como todas las cosas importantes de la vida, empieza en el corazón de cada uno, en nuestro interior. Si no estamos en paz con nosotros mismos, mal podremos estar en paz con los demás.

Estar en paz con uno mismo implica quererse, aceptarse, reconocer lo que hay que cambiar y por sobre todas las cosas, ser piadosos. Sin piedad no hay paz. Piedad para con uno mismo y para con los que nos rodean.

Estar en paz no es fácil tal vez, pero sin dudas no es imposible. Requiere trabajo, esfuerzo, quietud para saber mirarnos.

La paz interior sana, nos da tranquilidad, flexibilidad para convivir con lo que nos rodea, pero sobre toda las cosas, nos hace fuertes y mejores personas.

Es un trabajo de reconocimiento y también de amor. Empezar por quererse a uno mismo no es un acto egoísta, porque si nos queremos y aceptamos, estamos preparados para querer y aceptar al otro.

No significa tampoco justificar todos nuestros actos. Es necesario conocernos y reconocernos y en ese reconocimiento pensar qué cosas y actitudes de las que tenemos molestan o dañan a los demás.

Estar en paz es también saber escucharnos y escuchar a quienes nos rodean, expresarnos también pero sin herir al otro, es dialogar, compartir, entender.

Cada día de nuestra vida, es o debería ser un día de paz, porque la paz también es alegría, movimiento, pensamientos positivos.

La paz bien entendida empieza por casa. Si desde lo más profundo de nuestro interior trabajamos para estar en paz, lo estaremos con los otros y los otros con los otros y todos con todos.

Tal vez no sea una meta fácil de alcanzar, pero sin dudas vale la paz trabajar por ella.

Fin

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