Acercaré a mi cuerpo
los besos de tus ojos.
Me rozaré cual felino
con tus volúmenes morenos,
sintiendo nuestro contacto.
Y volveré a decirte que hoy,
recordando un compromiso sobre la nieve,
te amo, casi con miedo...
Porque este loco corazón
jamás fue tan estable...
Y este extraño razonar
nunca tan incondicional...
Por eso, seré el centro débil
de tu abrazo firme,
y seré la mitad de lo que un día
me prometiste.
Fin
Poesías para adultos.