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Por Osvaldo Ramón Martiñena. Cuentos de reyes para niños

Un rey estrellado es uno de los fantásticos cuentos de reyes para niños de todas las edades, escrito por Osvaldo Ramón Martiñena.

Un rey estrellado

Hubo un tiempo en que en un lejano país vivía un rey muy alunado, llamado Todoloquiero. Su malhumor disgustaba a todos sus cortesanos. Y lo peor, era tan ambicioso, que no le alcanzaba con todo lo que poseía.

Ni las bromas y chistes del bufón del reino, Sapolky, el más lunático de todos, lograba alegrar al rey. Él, sólo repetía, incansablemente, “algún día todas las estrellas serán mías”. Y pasaba noches enteras intentando abarcar con su mirada la mayor cantidad de estrellas posible.

Una noche, mirando las estrellas, comenzó a ponerles nombres, porque decía que le pertenecían. ¡Por algo era Rey! Pero tan enorme era su ambición, que tenía miedo de quedarse sin estrellas para acumular.

Enterado de esto, Sapolky, encargado de hacer reír a todos los habitantes del reino, lo intentó con el rey. Le aconsejó darse martillazos en la cabeza. De esa manera vería muchas, pero muchas estrellas, y las tendría cerca de él. Y no sólo eso le dijo, también le hizo saber que si no se animaba, él estaría dispuesto a darle de martillazos con mucho gusto. Cosa que, por supuesto, enojó mucho al rey.

¡Ni loco haría una cosa semejante!

El bufón tuvo que salir corriendo, porque el rey, enfurecido, ordenó que lo persiguieran y lo atraparan.

Y para solucionar el problema, ejerciendo su poder sin límites, requirió la presencia de Saturnino, el astrónomo del reino. Él sería quien recibiera los martillazos y lo acercaría a las estrellas. Enterado de esto, y siguiendo el camino del bufón, el astrónomo escapó espantado.

Pero el rey no se daba por vencido, invocó a los espíritus del Universo, y tuvo su recompensa. Había alguien más que desde un rincón observaba todo lo que pasaba. Alguien a quien casi nunca se lo veía, porque decían que estaba siempre en la luna. Se trataba del gnomo Distraído. Conocedor de los secretos del tiempo y el Universo, él sería el encargado de trasladar al rey hacia las estrellas.

– «¿Y en qué iremos al espacio?» -quiso saber el rey.

– «Cuando todos los habitantes del reino canten la ‘Canción para bañar la luna’, ella, Clara, bajará a bañarse y nos llevará.»

Así fue como Sapolky y Saturnino pudieron regresar al reino. Y todos sus habitantes, de vez en cuando, por las noches, miran hacia el cielo para ver si lo ven pasar al rey, quien debe estar poniéndole nombres a las estrellas y creyendo que son todas de él.

En el reino ningún habitante tiene una estrella. No es necesario, porque todas las que pueden ver mirando el cielo, les pertenecen.

Fin.

Un rey estrellado es uno de los fantásticos cuentos de reyes para niños de todas las edades, escrito por Osvaldo Ramón Martinena. 

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