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La Princesa y el Dragón es uno de los más bellos cuentos de princesas y dragones escrito por Luz Teresa Sanchez Ibarra, un cuento sugerido para niños de todas las edades.

Había una vez, una hermosa, valiente pero muy tímida princesa, llamada Lía, la bella joven era muy solitaria y no tenía amigos.
Debido a su timidez a la princesa le costaba demasiado relacionarse con las personas, sin embargo, realizaba una actividad que disfrutaba muchísimo y que además hacia que ella de inmediato se pusiera muy feliz.
La princesa adoraba curar a los animalitos que encontraba lastimados, lo hacía con tanto amor y ternura, ya que con ellos se sentía tan cómoda debido a que ellos no hablaban, ya que cuando las personas se acercaban a ella y comenzaban a hablar y a hacerle preguntas, ella se ponía muy nerviosa y su timidez le impedía hablar.
Un día muy temprano, tomo un bolso en donde tenía las cosas de curación, sujeto un pequeño puñal y lo guardo en el costado de una de sus botas, se cubrió con su bella capa azul y salió del castillo.
Pero esta vez se alejó demasiado, camino y camino, sin darse cuenta se introdujo en un bellísimo bosque, no se detuvo hasta que llego a la parte más obscura y tenebrosa.
Al darse cuenta en donde estaba, se asustó muchísimo, estaba perdida. ¿oh que iba a hacer ahora? Se preguntaba preocupada.
De pronto escucho un fuerte gruñido que la asusto aún más. De inmediato observo a su alrededor y se dio cuenta que no había nada a simple vista, seguida escucho el gruñido nuevamente, entonces la princesa se armó de valor y avanzo algunos pasos hacia adelante, de pronto se detuvo, frente a unos enormes arbustos y de inmediato se abrió camino entre ellos.
Al cruzar hacia el otro lado, no podía creer lo que sus ojos miraban, era un hermoso lago rodeado por enormes rocas.
En la orilla del lago, estaba atrapado y herido, un bellísimo Dragon dorado, Lía temblaba de miedo, pero al mismo tiempo preocupada se preguntaba.
¿Cómo podre liberarlo sin que me ataque?
El majestuoso Dragon la miraba fijamente, en un instante ella se decidió y entonces se acercó lentamente a él y de inmediato se dio cuenta que el bello Dragon, tenía lastimada una patita.
De inmediato y cautelosamente le libero la patita para poder curarla.
Una vez que termino, libero por completo Dragon, quien, al verse en libertad, se marchó de inmediato.
La princesa entonces recordó que estaba perdida y ahora no sabía cómo iba a regresar.
Pero de pronto el Dragon regreso se inclinó a los pies de la princesa y muy apenado le dijo. _Discúlpame, por haberme marchado, mi nombre es Nori, y en agradecimiento por la bondad y compasión que tuviste hacia mí, seré tu fiel amigo, ahora sube te llevare a dar un paseo_
En ese momento la princesa sintió mucha pena, pero de pronto se sintió feliz, le dio un abrazo a Nori y le dijo alegremente.
Mi nombre es Lía y me da mucho gusto conocerte, y estoy encantado de poder ser tu amiga_
En ese instante se subió al lomo de Nori, y enseguida el hermoso Dragon emprendió el vuelo.
Los nuevos amigos dieron un largo paseo por las nubes, después Nori llevo a la princesa al Castillo.
Diariamente se encontraban en el bosque, para seguir con su bella amistad, desde ese entonces, Lía ya no volvió a ser solitaria nunca más, y su timidez desapareció para siempre, ahora hablaba con todas las personas que conocía.

Fin.

La Princesa y el Dragón es uno de los más bellos cuentos de princesas y dragones escrito por Luz Teresa Sanchez Ibarra, un cuento sugerido para niños de todas las edades.

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