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Mientras tanto

Mientras tanto. Liana Castello, escritora argentina. Reflexión sobre cómo disfrutar mejor la vida.

¿Cuándo comienza una fiesta? ¿Cuando llegan los invitados? ¿En qué momento se disfruta una comida? ¿Recién cuándo es servida?

Las pequeñas y grandes cosas, ordinarias o no, comienzan mucho antes de la fecha u hora señalada. ¿No sería un poco mezquino disfrutar de algo, sólo en ese preciso instante de llevarlo a cabo, en la fecha exacta, en el momento justo que el calendario o el reloj nos indican?

¿No tendría gusto a poco ese placer, si en tan sólo en unas horas se diluyera? Sin duda que si. Por eso, y por infinitas razones más, es importante, necesario y reconfortante encontrar placer en el “mientras tanto” de las cosas.

Una rica comida, nace ya cuándo pensamos en qué hacer de comer para los que amamos, y continúa cuando seleccionamos los ingredientes, cuando con esmero picamos, revolvemos, condimentamos.

En esos pequeños pasos que seguimos para que todo salga perfecto está la clave, en aspirar el aroma que inunda nuestra cocina, en probar una y otra vez la sazón, en ver de qué forma decoraremos el plato.

Una celebración no comienza cuando llegan los invitados. Toda la organización es una fiesta en si misma, íntima, tal vez secreta, pero fiesta al fin. Decorar la casa, pensar el menú, elegir las flores, la vajilla, todas son perlas de un mismo collar. Cocer un disfraz para un acto escolar, no es menos bello que verlo cómo luce en nuestro hijo cuando está en el escenario, tejer un sweater no es menos gratificante que verlo puesto en la persona para quien lo hemos tejido.

Ver cómo leva un pan casero, cómo crece un bizcochuelo en el horno, cómo van quedando los colores que hemos elegido para pintar un cuadro, son pequeños regalos que el Señor nos da y que enriquecen nuestra vida cotidiana.

Cada pequeño detalle y paso que implica cada cosa, son es sí mismos, fundamentales para el resultado final y merecen ser disfrutados. No se puede llegar a la meta sin haber caminado antes, pasito a pasito.

Muchas veces, nos preocupamos demasiado por cómo saldrán las cosas, si la fiesta será divertida, si la torta quedara rica y bonita, si el regalo elegido será del gusto del ser amado. Y todas esas veces, tal vez estamos perdiendo la oportunidad de disfrutar algo maravilloso y único también, el proceso de algo.

La gestación de las cosas un acto de amor. Sería más reconfortante, placentero y menos tensionarte aprender a disfrutar desde el vamos lo que sea, desde que nace en nuestra mente o en nuestro corazón.

Saborear cada instante previo, porque además en el “mientras tanto” se ubican cada uno de nuestros días y eso hará que muchos días tengan algo especial. Disfrutar mientas cocinamos, compramos, elegimos, ideamos, imaginamos un resultado final, sin duda será la clave para que ese resultado, ese día, esa celebración sea tal y como lo esperamos.

Y si así no fuese, por la razón que sea, tendremos el gran alivio de haber sabido extraer de cada pequeño gran momento toda la riqueza que tenía para darnos. Un collar, por ejemplo, es la suma de muchas pequeñas perlas, que sólo unidas y cuidadas cada una en particular, logran la belleza de un todo.

La vida es, en definitiva, ni más ni menos que una suma infinita de “mientras tantos”, cada uno especial, único e irrepetible.

Fin

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