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Por Julio Casati. Relato sobre la amistad.

Una lejana amistad es una reflexión poética, dedicada a una amigo a la distancia, de Julio Casati, escritor y locutor argentino. Relato sobre la amistad.

Una lejana amistad

A José Francisco Díaz Salado

Una lejana amistad. Reflexión poética

En un comienzo, no conocía su nombre,
no sabía cómo nombrar esas cosas que sentía
hacia otro u otra persona.
No podía nombrar de alguna manera,
a ese cosquilleo que viene y se queda.
Hasta que un día, alguien entrado en años
y lleno de sabiduría me dijo algo importante.
Algo… que sería compañero de mi vida,
me nombró una palabra… tan sólo una.

Al principio no la entendía, pero después,
con el tiempo, tomé su real valor y la tomé como mía.
Ese alguien, entrado en años y con valijas de nostalgia,
me fue diciendo la palabra en un tono muy tranquilo,
aquella palabra fue… amigo.

Y junto con… gracias, mi otra palabra amiga,
desde mi infancia, recorrimos juntos esta vida,
la que hoy tengo… la que hoy manda.

No tuve muchos… no tengo tantos… no los voy buscando
el camino me los va mostrando,
uno a uno aparecen… o desaparecen, según… depende.
Pero de uno quiero hablar, del último,
de alguien que no está cerca, pero que se acerca,
la lejanía del territorio no hace mella en lo mío,
yo sé que está ahí, y lo siento desde un principio.

No es fácil sentir de lejos, el abrazo de ese amigo,
no es fácil sentir de lejos, que uno se siente querido,
aunque esto no es igual… es distinto.

La amistad no es un cuento

Como dije en un comienzo, mientras recorría los caminos,
la amistad no es un cuento… la amistad es… un sentimiento.
Los amigos tienen nombre, aunque a veces eso no importe,
uno termina llamándolos diferente,
Tito, Negro o ¿Qué hacés Bigote?
Y ellos son felices hasta cuando les cambias los nombres.
Con este amigo no me atrevo a hacerlo.
A este amigo lo respeto, ni mucho más ni mucho menos
que a los demás… y no es ningún secreto.

A este amigo lo conocí cierto día, buscando por allí,
algunas cosas, en mis horas perdidas,
di con él no se cómo, ni porque,
habrá sido mi ordenador, otro amigo,
es que estoy con él todo el día, ya me conoce
y seguro que fue él, el que decretó esta cita.
De este amigo hablaré poco, pero seguro
es que no hace falta decir mucho,
cuando de él se trata y se me hace un nudo en la garganta
cada vez que lo escucho.

Es que este amigo sabe decir las cosas,
es bueno y muy astuto, se hace querer pero… no le den disgustos.
El es un tipo normal, tiene familia, hijos y nietos,
aunque a veces el amor de algunos de ellos se los lleve el viento.
Y por eso y otras cosas que no vienen a cuento,
a veces, se convierte en humano y se dobla,
y se quiebra y se aplasta y ya no siente.

Es difícil ser amigo a la distancia

Pero sabe que tiene gente que no sólo lo espera,
que no sólo le quiere, que no sólo lo siente,
sabe, que hay muchas manos que lo esperan paciente.
Es difícil ser amigo a la distancia,
y decirle que uno aquí se compromete,
yo, aquí tengo uno y se lo digo siempre,
pero hasta allí ¿Cómo hago? ¿Cómo llego? y no quiero estar ausente.
La distancia llega a España,
allí es el lugar donde transcurrió su infancia,
se poco, casi… nada, así que disculpá José…disculpá mi ignorancia.
Es que quise escribirte esto de apuro,
sabia de la importancia y no quería perder ni un sólo segundo.

Mi amigo es de Murcia, allí plantó su vida,
allí recorre caminos, entre alegrías y angustias,
el canta, hace teatro, tiene su voz en la radio,
lo escucho casi siempre y lo acompaño en sus relatos.
Es una forma de estar, en un principio,
es la manera que tengo de estar con José…
un buen amigo.

Fin.

La reflexión poética Una lejana amistad es un texto que nos envió el escritor Julio Casati para publicar en EnCuentos.

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