Leo, comento, imagino y creo. LCIC, una metodología liberadora
En Nicaragua, desde la década de los ochenta, se han venido impulsando diferentes programas y metodologías de promoción y animación a la lectura. Inició con la Campaña Nacional de Alfabetización y la creación de redes nacionales de bibliotecas públicas y escolares. La masificación del libro y la cultura tuvo su gran momento con el impulso de la Editorial Nueva Nicaragua, la red de librerías de la distribuidora IMELSA y los Talleres Populares de Poesía.
A finales de los ochenta se cerraron varios programas culturales y se compactaron ministerios relacionados con el libro y la lectura. Posteriormente, en los años noventa, se instala una gran ausencia de estas iniciativas. Solamente se produce la adopción de las bibliotecas públicas de Managua por la Alcaldía de Managua. Pero a la fecha, Managua sigue careciendo de una buena red de bibliotecas municipales que se corresponda al crecimiento poblacional de la ciudad capital, y a la demanda de los mismos.
Hasta en el año 2005, declarado Año Iberoamericano de la Lectura, según acuerdo de la XIII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (Nov. 2003), se crea el Consejo Nacional del Libro, bajo la consideración de “Que es un deber de la sociedad civil e Instituciones del Estado, la promoción y difusión de la lectura y el compromiso de las nuevas generaciones en la enseñanza y la educación, dentro del marco de los compromisos adquiridos por el Gobierno de la República de Nicaragua, mediante acuerdos, convenciones internacionales, sobre promoción y desarrollo del Libro y la lectura” (Decreto No. 32-2005, Gaceta No. 117 del 17 de junio del año 2005).
En ese mismo año 2005, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), impulsa el proyecto Rotacajas de lectura con la asesoría técnica de dos especialistas en lectura, una nicaragüense y otra salvadoreña. Este programa consistía en la dotación de 80 Rotacajas de lectura, conteniendo 40 libros de cuentos infantiles y un manual sobre el uso de las mismas, dirigido a los primeros grados de educación primaria y a los círculos de educación de adultos en diferentes municipios y departamentos del país. Incluyó capacitación, monitoreo y evaluación de más de Un mil docentes, directores de escuelas de primarias y promotores de los círculos de educación de adultos. Lectura en voz alta fue la técnica utilizada.
Así ocurre y recurre, se implementan buenos proyectos financiados por organismos internacionales, se capacita al personal docente y cuando finalizan acaba todo, desaparecen los programas. ¡Adiós sostenibilidad! A este respecto, hace falta que el Ministerio de Educación defina una política nacional e incorpore acciones concretas que han dado resultados positivos, pero que no han tenido el debido seguimiento a fin de consolidarlos y generar cambios de actitud y conducta en los estudiantes a corto, mediano y largo plazo, viendo también a los docentes como objetivo de este tipo de acciones, como dice el escritor Henry A. Petrie: “No puede haber plan lector exitoso en el sistema educativo nacional si nuestros docentes no leen, si los funcionarios de la educación en este país no están leyendo.»
¿Cómo va a motivar la lectura en la niñez y juventud estudiantil alguien que no lee, que no sabe qué comentar ni cómo animar?”
Actualmente, Visión Mundial Nicaragua y el Foro Nicaragüense de Cultura están implementando la metodología Leo, comento, imagino y creo, por sus siglas LCIC. Se trata de una metodología interesante, creativa e innovadora, pero sobre todo muy formativa en cuanto al fomento de la lectura y la escritura. Es una metodología donde todos y todas aprenden y se forman hábitos cambiando actitudes, tantos niños, niñas, docentes, padres y facilitadores.
Tiene calidad y originalidad. Es intensiva. Requiere de mucha entrega, disciplina y concentración; fuerza de voluntad de cada uno de los participantes y el cumplimiento de los procesos por los niños y niñas, maestros-as, padres de familia y facilitadores, a fin de asumir el reto de seguir el camino y la búsqueda del placer por la lectura y la escritura.
Es una forma de aprender a formarse el hábito de leer y escribir de manera lúdica, desmitificando el libro, porque el niño y la niña se lo lleva a su casa y pueden sentirlo y tomarlo, llevarlo a todos lados y leerlo en el sitio o espacio de su preferencia, creando un sentido de pertenencia entre los libros y los niños-as, sin dejar a un lado el aprendizaje esencial para dominar las técnicas, estilos y formas de leer, comprender y escribir. Es la formación del proceso completo: leer, comprender y escribir de forma integral logrando la integración de los padres de familia u otros familiares cercanos.
Integralmente es una metodología motivadora, el enfoque que le da a la animación de la lectura, el abordaje del análisis y los comentarios de los lectores son muy sencillos, sin propósitos didactistas ni moralizante que la escuela siempre le ha puesto. Lo que busca y pretende esta metodología es la expresión liberadora del pensamiento, la imaginación y la creatividad, pero sobre todo es la dotación de un instrumento para la vida a propósito de la verdadera alfabetización en el siglo XXI.
Asimismo contribuye al enriquecimiento del mundo interior del niño y la niña, al fortalecimiento de su personalidad.
La forma de trabajar la escritura creativa garantiza la producción de textos escritos con gran calidad narrativa y poética, es básico que todo participante en un proyecto o iniciativa para el fomento de la escritura creativa, pase por este proceso descrito en la metodología que comento. A lo largo de las experiencias de trabajo en estas áreas, se han conocido otras propuestas para trabajar la escritura creativa, pero carecen de esa base fundamental que tiene la presente: el reforzamiento de conceptos de los diferentes géneros literarios, el uso correcto y adecuado del lenguaje, las figuras literarias y demás recursos propios del oficio de escribir.
La metodología Leo, comento, imagino y creo plantea el impulso decidido del Movimiento lecto-escritor en las escuelas y comunidades, así como los Colectivos de Promoción de la lectura y los Clubes de Lectura. Sin duda es una excelente iniciativa y un gran reto no solo para el Foro Nicaragüense de Cultura y Visión Mundial Nicaragua, sino también para todas aquellas instituciones rectoras de la Educación y la Cultura, para las redes de Bibliotecas públicas y escolares, universidades, organismos no gubernamentales nacionales e internacionales que trabajan y apoyan el componente de educación y la cultura, y también de los organismos financieros, empresas privadas con su famosa responsabilidad social, en fin, un reto para toda la sociedad nicaragüense.
Después de leer y analizar esta metodología, de reflexionar a la luz de mi experiencia como especialista en literatura infantil y animación de lectura, concluyo en la necesidad de integrar una verdadera y dinámica Comisión Nacional de la Lectura y la Escritura Creativa, que entre sus cometidos tenga el diseño de un plan nacional con amplia representación sectorial relacionados o que trabajen el tema, la implementación de diversas acciones encaminadas a lograr los objetivos y metas propuestas y el diseño de una metodología específica para la educación inicial y los primeros grados de primaria.
En fin, que esta comisión reúna y valore las diversas experiencia en este campo para que pueda formular diferentes opciones metodológicas, ya por niveles educativos o por demandas sectoriales.
Y por supuesto, también ha de impulsar la publicación y dotación de libros de literatura infantil y literatura en general, la capacitación constante de maestros, padres de familias y demás interesados, actividades de monitoreo y evaluación para el seguimiento constante, el intercambio de experiencias y el mantenimiento de la motivación permanente de todos los involucrados en esta noble tarea, que no está ajena a dificultades y obstáculos propias de los procesos complejos como lo es la lectura y la escritura.
El Ministerio de Educación y el gobierno de Nicaragua deberían observar con más atención la metodología Leo, comento, imagino y creo, a fin de valorarla y abrirse a propuestas que están emergiendo desde organismos culturales dinámicos y con arraigo en el sector educativo y artístico como el Foro Nicaragüense de Cultura.