La Luna en los niños es un articulo que nos muestra como son los niños y sus emociones, un lindo recurso educativo e informativo que muestra muchas realidades.
Todos sabemos cuál es nuestro signo del zodiaco, si somos Leo, Acuario o Tauro, por dar un ejemplo. Este signo del que todos hablamos está ligado con el Sol, pero en la astrología existen muchos más planetas que el Sol, siendo la Luna el más importante en la edad infantil.
La Luna representa lo que me da seguridad emocional, donde tiendo a recurrir cuando siento stress, tristeza, inseguridad o miedo. Todos los seres de este planeta tenemos un sentido de seguridad específico que se relaciona con la Luna. Este se activa con todas sus fuerzas cuando el niño tiene entre 1 y 2 años. Es en este periodo que se toma por primera vez conciencia que somos seres individuales y que ya no estamos conectados ni unidos a la madre. Es aquí donde se podría decir que nace el ego del niño. Esto produce una sensación de vació y dolor enorme, pues durante el embarazo y el primer año de vida el bebé sintió que era parte de su madre y ahora por primera vez tomó conciencia que es un ser separado.
Es en este instante de dolor y vacío emocional, que aparece la Luna al rescate, ésta le dice al niño que para encontrar la seguridad emocional que tanto necesita, la busque en ciertos elementos de su mundo exterior o de su mundo interior. Dependiendo del signo donde se encuentre la Luna, es la forma que tenemos de buscar la seguridad. Al mismo tiempo, no tener los elementos que la Luna nos pide, produce en los niños la sensación de vació y nos permite entender ciertas conductas de nuestros hijos que no nos dejan de sorprender.
Imaginemos un niño que tiene la Luna en Leo. En este caso la Luna le dice al niño que su sensación de seguridad primordial está en el hecho de sentir que es importante, especial y destacado, “ha nacido un rey”. Todas las experiencias que hagan que el niño se sienta especial son las que le van a dar seguridad emocional. Mientras este niño está en su familia la sensación de ser especial está potenciada y el niño se siente seguro.
Pero qué pasa cuando ocurren hechos que amenazan esta seguridad. Podemos ver 2 ejemplos claros: El nacimiento de un nuevo hermano, donde los ojos de todos dejan de estar centrados en él y se vuelcan hacia otro. O cuando este niño llega a un jardín o a un lugar donde hay más niños y nadie lo ve y lo trata como si fuera especial. Hay que entender que esto lo conecta con su sensación de vacío primordial, la cual no puede soportar y por lo tanto lo único que puede hacer es recurrir a lo que su Luna le dice, “me siento seguro cuando ven que soy especial”. El niño comienza a actuar de diversas formas para llamar la atención, se vuelve florerito, o incluso puede llegar a tener conductas agresivas que buscan destacarlo o hacer desaparecer los elementos que le quitan atención.
Es por esto que es fundamental saber cuál es la Luna de nuestros hijos, pues es la forma más clara para entender a qué cosas se apega y a qué tipo de conductas puede tender como compensación cuando se sienten inseguros o afligidos a nivel emocional.
Con esta información podemos guiarlo y ayudarlo, de manera de que no sufra tanto y se vuelva un niño más feliz.
Pablo Flores Laymuns
Terapeuta de Adultos y Niños
Astrólogo Psicológico
Terapeuta Esencias Florales
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