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Simplemente BASTA. Julio César Vergara. Consultor Psicológico.

Podemos decir que esta es la última vez que nos pasa. Que ya aprendimos la lección y que de ahora en adelante no volverá a repetirse.

Que no cometeremos el mismo error porque ya somos capaces de identificar nuestros patrones de conducta y eso nos va a posibilitar detenernos apenas asome el rostro de la compulsión. Del boicot. Del miedo.

Podemos decir que después de tanta agua bajo el puente es posible que nunca mas suceda aquello que nos hace sentir tan mal y que sin embargo venimos repitiendo como un mantra desde que tenemos memoria. Sólo cambian los personajes o la situación.

Algo así como un cambio de escenario. Pero lo que se mantiene inalterable es la conducta de base. Esa, que nos hace tropezar dos veces con la misma piedra. Si hasta parece que lo disfrutamos.

Podemos decir que pese a todo y a todos, las situaciones que pasamos, aunque sean desagradables, o humillantes, o indignas, o feas, o frustrantes, o tristes, o… siempre serán parte de nuestro bagaje de experiencia acumulada. Será lo que nos permita en el futuro no pasar mas por esos momentos que nos llenan la vida de dolor, de bronca, de tristeza, de angustia, de pena, de frustración.

Podemos decir que muy por el contrario de lo que parece a simple vista, todo lo que vivimos, lo bueno y especialmente lo malo, nos ha dejado el legado de la experiencia. Nos ha abierto el camino hacia la comprensión y que de ninguna manera vamos a arrepentirnos de nada de lo que hayamos hecho.

Podemos decir que nos damos cuenta que llegó en tiempo del cambio pero que este cambio debe ser paulatino. Que no se puede ser otra persona de un día para el otro. Que debemos primero deshacernos de nuestras conductas aprendidas a lo largo de los años para después cambiarlas por las nuevas que nos harán más felices.

Podemos decir:

– No estoy preparado,

– No es el momento ideal,

– No es la manera adecuada,

– No puedo. Quiero… pero no puedo.

– No sé si quiero. A veces me parece que no quiero…

Podemos decir que cada traspié nos hace más fuertes. Que cada frustración nos alimenta con el valor de su contenido y que a partir de allí nos fortalece el espíritu, el ánimo, la pasión, las ganas. Nos empuja hacia adelante con una fuerza incontenible, y aunque a menudo con lágrimas en los ojos, agradecemos por tanto dolor que nos pone a prueba y nos prepara para seguir adelante.

Podemos decir que si bien es cierto que muchas veces nos sentimos verdaderamente mal, que no sabemos que hacer, que no podemos cortar el círculo vicioso de sufrimiento, después de todo no estamos tan mal. Que conocemos a muchos otros que están mucho peor y siguen adelante…

Podemos decir todo esto. O podemos decir simplemente: BASTA Y empezar a ponernos de pié.

Y una vez de pié abrir bien grandes los ojos para ubicar los obstáculos que hay en el camino, aunque seguramente ya sabemos de memoria donde se esconden.

Decir BASTA para dar vuelta la llave que nos saque de ese lugar tan cómodo a veces pero tan lejano a la satisfacción siempre.

Decir BASTA como quien canta truco con el ancho de espadas en la mano.

Decir BASTA como quien se sabe dueño de una fuerza incontrolable que lo va a llevar a buen puerto.

Decir BASTA como un poseído.

Decir BASTA como un visionario.

Decir BASTA como un enamorado.

Decir BASTA como un revolucionario.

Decir BASTA como un convencido.

Decir BASTA como un conquistador.

Decir BASTA como si esta palabra fuese el único antídoto eficaz contra todos los males que nos hacen desdichados.

Decir BASTA en voz baja, en voz alta, a todos y a cada uno; con énfasis, con persuasión.

Con convicción o con dudas, pero BASTA; solos o acompañados. BASTA.

Clr. Julio César Vergara
[email protected]
Informes: 155 845 2142 Atención Zona Sur G.B.A. Argentina

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