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Un vacio. Alicia Santi, educadora y escritora argentina. Un sentido relato a una mascota que se fue.

Hace varios días que te fuiste, y me pareció raro que tu papá no te haya escrito nada.

Pensé que es raro, porque lo había hecho para dos amigas que deben estar jugando con vos en el “cielo de los perros”, Caterina y Catalina, hijas de Ernesto y Eduardo.

Pienso que el motivo es que tal vez es muy difícil escribirle al un hijo que se ha ido, porque nos sentimos impotentes y pensamos.

¿Qué nos faltó hacer? ¿En qué nos equivocamos? ¿En qué se equivocaron los que tenían el poder de curarte? ¿Por qué no habremos hecho esto o aquello?

Y tal vez no hay respuestas, porque a lo mejor hicimos e hicieron todo; Pero el corazón no se conforma y está inquieto; Y seguramente solo nuestro gran amigo de las grandes frustraciones: el tempo, nos irá dando de a poco a su hija: la resignación.

Papá escribió hace un tiempo, justamente para Catalina una poesía hermosa que se llamaba “un cielo por conocer” donde expresaba que es a ese cielo donde le gustaría ir…

Así que querida hija, espero que ojalá nos portemos lo suficientemente bien como para que algún día, tal vez no muy lejano… tengamos el honor de volver a verte.

Mientras llega ese momento, quiero que sepas que siempre estarás en nuestro corazón.

Con el amor de siempre y por siempre.

Tu familia.

Fin

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