Un milano negro
cansado de volar,
a la silla del rey,
fue a descansar.
Se sintió tan cómodo,
que pronto se durmió,
y soñó lo vivido,
a su alrededor.
Cruzando los ríos,
vio a los gabarreros,
con caballerías
cargadas de leños.
Hombres muy curtidos,
muchachos imberbes,
sudor y trabajo
marcado en su frente.
Vio miedo en sus ojos,
la melancolía,
risas estridentes,
camaradería.
Olió la resina
del árbol herido,
escuchó el quejido
del árbol caído.
El ruido de las hachas
y las alcotanas,
recoger el cándalo,
sujetar las jalmas.
Hablar al borrico
como a un compañero,
cargar el garrancho
con mimo y esmero,
.
Vio grandes nevadas,
huellas en el hielo,
a los animales
huyendo del fuego.
Al abrir los ojos,
cuando despertó,
respiró aliviado
en aquél sillón.
.
No escuchó lamentos,
reinaba la calma,
la naturaleza
henchía su alma.
Vio el inmenso bosque,
con sus verdes pinos,
donde algunas aves
hacían sus nidos.
Conoció las águilas,
volando en el cielo,
las truchas nadando
en los riachuelos.
Lagartos y víboras,
cangrejos y ranas,
jugando a esconderse
detrás de las ramas.
Divisó a lo lejos
“El diente del diablo”
“La cueva del monje”,
“La boca del asno”,
Con tanta belleza
quedó pensativo,
después alzó el vuelo
y se fue agradecido.
Fin
Escrito para las fiestas de Valsaín un pueblo de Segovia (España)
Gabarrero: persona que saca leña del monte a lomos de caballerías y la transporta para venderla.
Cándalo: Trozo de leña seca, principalmente de la cepa, pino o carrasca.
Jalma: aparejo de una caballería.
Garrancho: pedazo que queda en el árbol cuando se rompe una rama.
Parajes del pueblo de Valsaín: “El diente del diablo” “La cueva del monje” “La boca del asno”