Regresando un atardecer. Julio Casati, escritor y locutor argentino. Poesía de amor.
De pronto, el mar, se queda sin verbos
para decirte, en el silencio sostenido,
que sólo quiero envolverte en el azul
que descansa en la línea del cielo.
Y mis manos, que anidan en tu primavera,
son olas que acarician tu vientre desnudo
en una aritmética de palabras y temblores,
cuya matemática es un canto infinito.
Azul y más azul,
para la rítmica delicadeza de tus besos.
Azul,
como la brisa de tu voz para mis oídos.
Vine por una gota de sangre, lágrima viva
y encontré mi corazón latiendo
hacia la vertiente luminosa de tu abismo.
Alguien despierta en mí, un temblor, una esperanza,
con el cuidado del que desvela un crimen,
un pasadizo a una irresistible geografía.
Y todo es mar, mar bravío, caballo dominante.
Y recorro tus pasos por la arena.
Y en la noche, cantan en mí, luceros de mañana.
Fin