Para ahuyentar la oscuridad. Poesía sobre la oscuridad
Para ahuyentar la oscuridad. Escritora Mexicana de cuentos y poesías infantiles. Poesía sobre la oscuridad.
Para ahuyentar la oscuridad. Poesía sobre la oscuridad. Cuentos cortos.
Para ahuyentar a la oscuridad, basta recordar las nubes color pastel que adornan la aurora, o los brillantes destellos en la rápida silueta de un colibrí.
Para ahuyentar a la oscuridad, es suficiente tener en los labios los nombres de los seres que queremos, pues todos y cada uno de ellos son ángeles encubiertos.
Para ahuyentar a la oscuridad, no se necesita más que recordar el abrazo de un buen amigo, las travesuras de nuestra mascota, el dulce sabor de un trocito de caramelo, o hasta el sonido de la computadora avisándonos que tenemos un nuevo “e-mail”.
Para ahuyentar a la oscuridad, no se debe uno olvidar de llamar a la Luna para que nos deje un beso bien brillante sobre la almohada o en la frente, para que nos deje un rayito juguetón que se deslice por las paredes y acabe durmiéndose en nuestra cama igual que un gatito ronroneándonos en los pies.
Para ahuyentar a la oscuridad, no hay más que soñar ... soñar con los ojos cerrados o bien abiertos, soñar con aquellos momentos que ahora forman el ayer y nos dejan una sonrisa tan brillante como la de cualquier atardecer; o soñar con lo que vendrá mañana, atreverse a planear lo que uno quiere ser, y convertirlo en realidad cuando llegue el amanecer.
Para ahuyentar a la oscuridad no hay nada mejor que ponerle nombre a todas las estrellas, para que todas ... ¡pero todas nos pertenezcan! Porque hasta la estrella más alejada, o la más pequeña estará contenta de atender tu llamado ... porque para ahuyentar a la oscuridad, incluso basta una sola estrella.
Fin