Saltar al contenido

En tus ojos encendidos
vi aparecer el cielo.
Pensé que eran cristales
los que atesorabas,
porque tu persona
los transportaba.
Por esos momentos compartidos,
repartiremos, por iguales
esos cristales que se escapaban
de tus ojos encendidos.
Fin

Califica esta entrada

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo