Mis cabellos guardan sueños
bellos, graciosos y espantosos
donde abundan enanos
con cuatro patas que tiran de ellos
para hacer cuerdas y cruzar ríos
y mares peligrosos.
Mis cabellos andan enojados
Lucen erizados, gordos y enredados,
pues, por don viento han sido samaqueados.
Algunos se han quebrado
y otros permanecen intactos.
Mis cabellos bien peinados y adornados
tienen sueños alocados
de escaparse a otros mundos
donde no haya cabezas desabrigadas
ni cepillos toscos, ni peines desdentados.
Fin.