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La Viajera (Andrés, el perrito)

La Viajera (Andrés, el perrito) es uno de los poemas con rima de la colección poemas infantiles de Javier Cerdán Ruiz sugerido para niños a partir de ocho años.

A finales de otoño… en la mañana,
después de entrar al baño con desgana
y asearse… Andrés trota ya por el prado
entre la verde hierba, de lado a lado,
persiguiendo a una bella mariposa
en su vuelo discontinuo… “¡qué cosa!,
¡cómo vuela!”, pensó, “¡parece tonta!,
sube, se deja caer… luego remonta”.

Viendo que la sigue… ella se divierte.
Su vuelo, Andrés… en saltos los convierte.

“¡Qué perrito tan mono y divertido!,
¡qué juguetón!… ¿de dónde habrá salido?
Parece majo… y quiero conocerlo,
descansaré un ratito para verlo”.

En un solitario árbol aterriza.
Al poco, Andrés llega corriendo… “¡Atiza!,

¿por qué paras?… ¿no quieres jugar más?”
Mariposa —Espera… espera un poquito y verás,
que en la sombra se está de maravilla.
Además… no soy ninguna chiquilla,
y volar jugueteando me fatiga.

Andrés — ¡Qué bonita eres!… ¿quieres ser mi amiga?
Mariposa —-Gracias, claro que sí… eres un encanto,
mucho hace que no disfrutaba tanto.
Yo soy María, ¿tú… cómo te llamas?

Andrés —– De saber tu nombre tenía ganas.
Por aquí todos me llaman Andrés
y dicen… que todo lo hago al revés.
Nunca te había visto… ¿vives cerca?

María —- Es una larga historia… soy muy terca,
mucho… vuelo desde el amanecer
continuamente hasta el anochecer.

Andrés —- ¿Y… por qué no te entretienes jugando?
María —– Es por el frío… que viene hostigando,
si dejo que me alcance estoy perdida,
tanto… que me puede costar la vida.

Andrés —- El frío tampoco me gusta, pero…
entro en la caseta y me tapo entero.

María —— Tienes caseta… seguro que fuerte,
ojala tendría la misma suerte.
Dónde yo nací el invierno es terrible,
cuando llega… la vida es imposible.

Tenemos que viajar a otra comarca
todas las de mi especie… las “monarca”,
en un vuelo largo… muy, muy largo.

Andrés —- ¡Caramba, qué jaleo!… ya me hago cargo.

María —- Pues llegué al anochecer agotada,
y he dormido bien… pero estoy cansada.

Andrés —- Oye… me alegro de tener vecina
para jugar aquí o por la colina,
¿te apetece?… di que sí, por favor.
María —– Por supuesto… porque eres un amor.

Y… aprovechar los momentos es bueno,
que luego se van pronto… como un trueno.

Andrés —- Pero… ¿no te quedas?, ¿te marcharás?,
y… si no te encuentro, ¿dónde estarás?
María —– ¡Qué listo eres!… volveré en primavera
a mi casa… con la familia entera.

Andrés —- No, no te vayas… no hagas la maleta,
¡qué pena!… yo te dejo mi caseta.

María —– ¡Qué lindo!… aunque tendré que irme a la fuerza,
la que manda aquí es la naturaleza.

Pero aún falta mucho… juguemos
mientras tanto, que luego ya veremos.
También, te contaré otras muchas cosas,
increíbles pero, ciertas… milagrosas.

Y… palmeando sus alas de colores,
se fue volando cerca de las flores,
seguida por Andrés… que saltando iba,
tropezando por mirar siempre arriba.

Fin

La Viajera (Andrés, el perrito) es uno de los poemas con rima de la colección poemas infantiles de Javier Cerdán Ruiz sugerido para niños a partir de ocho años.

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