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Kisky, mi erizo. Norma Valles, escritora. Poemas para toda la familia.

Ahí tienes al erizo,
con esmero diseñado
tan pequeño y tan bonito
bajo el divino cuidado.

Solo se atreve a salir
de su casa ya muy noche
y en el día se echa a dormir
pues no quiere ningún roce.

¿Qué te ha pasado, pequeño?
¿Por qué rehúyes el trato?
¿Por qué viniste a este mundo.
con todo tu cuerpo armado?

¿Es que acaso ya sabías
o si no lo presentías
cuando el nombre recibías
casi herido, parecías?

La vuelta doy al papel
y quedé maravillado
cuando algo recordé
y el ánimo he recobrado:

Tengo un hijito mayor
muy sereno y muy confiado
¿Será por eso, señor,
que al tenerlo entre sus brazos
el erizo se dejó tocar sus ojos y olfato?

Fin

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