Érase una vez un niño
dotado de un gran talento,
que no quería leer,
ni que le contaran cuentos.
Ni oír hablar de las brujas,
ni de dragones, ni de hadas,
ni de ogros y princesas,
ni de ranas encantadas.
No le gustaba escuchar,
lo de “érase una vez”,
ni “colorín colorado”
para terminar después.
Hasta que un día su madre
le contó un cuento al revés,
y colorín colorado,
érase un niño una vez.
Fin.
Poema infantil sugerido para niños de siete a nueve años-