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Recién descifro mis inquietudes
atrapadas en la desesperanza.

Fueron días de angustia,
colmados de dolor,
por no ser correspondida.

Luché hasta perder las fuerzas
esperando siempre los mejores días
pero, no era justificado ese tormento
que golpeaba mi vida.

Los años transcurrieron flojos y mustios,
doblegaba el destino,
pero ya no quedaba nada;
solo la alegría de esas semillas
que fueron creciendo con el tiempo
y que me daban aliento
de tanto que les amaba.

Qué hermoso es poder decir
que ellos salvaron mi vida.

Hoy son mi mayor ilusión,
mi mayor alegría,
veré coronar mis sueños y mis desvelos,
porque sé que me han respondido.
Feliz estoy hoy, de contar con todos ellos.

Fin

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