Doña Lagartija. Alicia L. de Ballanti, escritora argentina. Poema para niños.
A Juana, la Lagartija
le ha fallado el termostato
y un frío día de invierno
salió de paseo un rato.
Pronto cubrieron su lomo
escarchitas coloridas
y los copitos de nieve
le enfriaron la barriga.
Recordó que en el verano
grandes campos recorría
y cuando el sol
más quemaba más dichosa se sentía.
Caminó muy lentamente
con sus patas muy torcidas,
pesadas cual hierro y piedra,
las sentía entumecidas.
-¿Qué ha pasado?-preguntaba
-¡Parezco de piedra helada!
– Debería hablar al sol
para ver si la ayudaba.
De pronto…en el almanaque
descubrió el mes que marcaba.
¡Casi murió de sorpresa!
¡Cómo estaba equivocada!
Lenta, pesada y tristona
decidió volver a casa;
la vieron lagartos viejos,
sorprendidos por su falta.
La arroparon con cariño,
le dieron té con naranja,
pronto sintió el calorcito
en su cuerpo y en su alma.
Al momento, los doctores,
expertos como novatos,
coincidieron que la falla.
¡Era sólo el termostato!
Y lo pusieron a punto,
con atención y cuidado,
sin grandes inconvenientes
la solución encontraron.
Sabido es que desde entonces
en las siestas veraniegas
pasean las lagartijas
muy tranquilas y contentas.
Fin