Si ves brillar mis ojos
es por la casualidad de la risa
que has provocado con tus dudas
de un amor escondido.
Si me miras y mis ojos brillan,
es el resplandor de los tuyos
que transformó en llanto.
Me he reído tanto
y ese rocío que baña mis ojos
le han humedecido el llanto.
Dime que me duerma,
que el río de mi llanto,
descanse.
Fin
Poesías para adultos