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Retirar el televisor de la pieza mejora la salud y el rendimiento escolar de los niños

Retirar el televisor de la pieza mejora la salud y el rendimiento escolar de los niños.

Santiago, Chile

Análisis de diversos estudios sobre el tema.

La exposición excesiva a la pantalla crea hábitos nocivos que alteran el desarrollo y las actividades diarias infantiles.

C. GONZÁLEZ, P. ELGUEDA y C. RODRÍGUEZ

Un televisor en el dormitorio no es una buena compañía infantil, sobre todo ahora que han comienzado las clases. Desórdenes del sueño, problemas de atención, mal rendimiento escolar, sobrepeso y obesidad son algunos de los numerosos problemas de salud y conductuales que un importante número de investigaciones entrega como resultado de aquella combinación.

«El impacto de la TV y su influencia en el niño tiene décadas de investigación, con resultados controvertidos, como el de ser gatillante de conductas agresivas en los pequeños», comenta el doctor Enrique Vicentini, pediatra y neurólogo infantil de la Clínica Santa María.

En EE.UU., la mitad de los niños tiene un televisor en su pieza, una realidad no muy diferente de la chilena, en donde alrededor del 42% de los niños hasta 5 años dice tener un televisor propio, y el 63% de ellos en su dormitorio, según datos de 2007 del Consejo Nacional de Televisión.

La cifra aumenta entre los pequeños de 4 a 12 años, el 81% de los cuales declara tener un televisor propio (o que lo siente como propio), de acuerdo con un estudio de OMD Chile y M&Moulian.

Efecto hipnótico

Quizás una de las consecuencias más evidentes en los últimos años es su impacto en el peso infantil. En 2002, un estudio publicado por la revista «Pediatrics» mostró que los preescolares que cuentan con una TV en su pieza tienen más probabilidades de sufrir sobrepeso; un riesgo que es mayor en los varones.

Con posterioridad, una investigación francesa entre adolescentes concluyó que aquellos con TV en el dormitorio tienen en promedio un mayor diámetro de cintura y un índice de masa corporal (IMC) más elevado que quienes duermen sin la compañía de una pantalla.

El problema va más allá de la TV: computadores y videojuegos entran en el mismo saco. Claro que con matices.

En 2005, la revista «Archives of Pediatric and Adolescent Medicine» publicó un estudio en el que se confirmaba el impacto de estos aparatos en el rendimiento escolar. Tras observar los hábitos de 400 niños en California durante un año, quienes tenían una TV en la pieza (70%) obtuvieron peores notas en el colegio y en test de compresión de lectura. En cambio, los que tenían un computador lograron mejores calificaciones.

La explicación al mayor impacto de la TV sigue siendo tema de discusión entre los expertos, pero casi todos concuerdan en que es una distracción importante al momento de estudiar o hacer tareas, además de perturbar el buen dormir, lo que a su vez influye en el rendimiento.

De hecho, un estudio de octubre llegó a la conclusión de que la TV en la pieza se asocia a más desórdenes del sueño en preescolares. Según sus autores, la TV interfiere con la respuesta infantil a estímulos externos.

«El registro de un encefalograma de un niño frente a una pantalla es similar al de un niño en estado de hipnosis. Además, si se analizan sus signos vitales, como frecuencia cardíaca y presión arterial, éstos aumentan, lo que incide en su estado de alerta y, si es muy tarde, el preámbulo del ciclo del sueño se altera», agrega al respecto Vicentini.

A todo lo anterior se suma el tema de los contenidos que los niños observan. Un aspecto que resulta relevante ahora que comienzan las teleseries locales.

«Si está en el dormitorio, los padres no saben realmente qué es lo que sus hijos ven», dice el doctor Leonard Epstein, profesor de pediatría de la U. de Nueva York, en un artículo publicado ayer en «The New York Times».

Es así como están expuestos a programas violentos o de contenidos no apropiados para su edad, lo que resulta, por ejemplo, en «una inducción a conductas sexuales de manera más precoz», agrega Vicentini.

Un gran problema para los investigadores es que una vez instalada en la pieza, sacar la TV de ella es una tarea compleja para los padres. Por eso, en EE.UU. se están ensayando formas de controlar el tiempo de exposición a la pantalla (ver nota relacionada) con resultados positivos.

Mucha tele

Los chilenos menores de 5 años están viendo un promedio de 3,5 horas diarias de televisión. Así lo reveló un estudio de 2007 del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), cifra que fue calificada como excesiva por distintos expertos en desarrollo infantil. «Que un menor de tres años vea más de una hora al día ya es un consumo abusivo. Y, después de esa edad, más de dos horas también lo es», comentó la neuropsiquiatra infantil Amanda Céspedes, a propósito de esa investigación. Investigaciones previas del CNTV señalan que los escolares de entre 4 y 9 años ven 3,2 horas diarias de televisión en promedio y que los de 10 a 14 años ven 3,46 horas.

Dispositivos controlan tiempo y programas

Limitar el tiempo que los niños pasan viendo televisión también ayuda a combatir la obesidad infantil. Así lo demostró un equipo de investigadores de la U. Estatal de Nueva York, en Buffalo, quienes instalaron un dispositivo llamado «TV Allowance» en los televisores y computadores de 70 familias.

El aparato permite programar el tiempo que el televisor o computador permanece encendido, y en el caso de los niños -de 4 a 7 años- que participaron en el estudio, redujo ese tiempo en 50%, es decir, de 14 a 7 horas semanales.

El resultado de esta disminución de TV se reflejó en su peso: al comenzar la investigación, los niños tenían una masa corporal 75% más alta que lo recomendado para su edad. Al finalizar, dos años después, el 30% ya tenía un peso normal, el que lograron no porque hicieran más actividad física, sino porque bajó la cantidad de snacks que comían.

En Chile, los dispositivos de control parental que ofrecen los cableoperadores sólo permiten supervisar el contenido que ven los niños.

El plan básico de Telefónica incorpora un control parental que permite a los padres, con una clave de acceso, evitar que sus hijos puedan ver determinados canales o programas, así como operar el sistema Pay Per View.

VTR, en tanto, ofrece sólo en su sistema de TV digital (d-Box) todo lo anterior, pero con un agregado: «Se pueden bloquear todos los canales durante un cierto rango horario. Es decir, entre las cuatro de la tarde y las ocho de la noche, no se puede visualizar ningún canal», explica Edgar Spilmann, gerente de contenido y publicidad de la empresa.

En Cifras

1 de 5 niños menores de dos años en EE.UU. tiene un televisor en su dormitorio.

9 horas más a la semana ven, en promedio, los niños que tienen TV en su pieza, según un estudio de EE.UU.

64% de los padres chilenos considera «adecuada» la cantidad de TV que ven sus hijos. El 3,9% la califica de «excesiva» (Estudio CNTV).

84,7% de los niños chilenos menores de 5 años ve TV todos los días. Sólo el 17% lee o le leen un libro.

120 minutos diarios como máximo debe pasar un niño frente a una pantalla para evitar el sedentarismo.

Fuente: elmercurio.com

Retirar el televisor de la pieza mejora la salud y el rendimiento escolar de los niños.

 

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