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Se aprobó la Ley de Identidad de Género. ¿Y ahora qué?

Con la recientemente aprobación de la Ley de Identidad de Género, surgen en la sociedad algunas dudas y preguntas sobre el tema en general, y sobre su aplicación.

Y por eso el INADI ofrece asesoramiento específico sobre la nueva normativa, a través de su línea gratuita – 0800 999 2345.

Comencemos por explicar que la identidad de género es la forma en que una persona se identifica a sí misma como varón o mujer. Es la concepción propia acerca del sexo al que cada uno siente que pertenece, más allá de lo biológico y lo real de cada cuerpo. Este registro de pertenencia a una de las categorías de género existentes, se desarrolla en forma temprana.

Aproximadamente a los dos años de edad, los niños ya tienen conocimiento de las categorías de género existentes en la sociedad: “nena” o “nene”, o “mamá” y “papá”.

En paralelo los chicos también comienzan a definirse a sí mismos, logrando la conciencia del propio sexo biológico. Esta identidad sexual se consolida alrededor de los 7 años, luego de haber atravesado el complejo de Edipo.

La enorme mayoría de las personas se registra como parte del género que corresponde a su sexo genital o biológico, pero debido a la diversidad humana hay una minoría que sufre Disforia de género: un término técnico con el que se nombra a las personas que tienen una contradicción entre su identidad de género y su sexo biológico.

Para realizar un diagnóstico ajustado es necesario tener pruebas de que el individuo se identifica de manera sólida y persistente con el otro sexo. Esto significa que manifiesta el deseo de ser – o la insistencia de ya pertenecer – al género opuesto al que tiene.

Muchas personas con trastorno de identidad sexual son socialmente aisladas y generan una baja autoestima. Esto conduce a abandono escolar, fracaso laboral, entre otros aspectos, lo que a su vez favorece intentos suicidas, consumo de sustancias y depresiones, especialmente en adolescentes.

En adultos suele acompañarse de síntomas de depresión y ansiedad. No hay conclusión acerca de sus causas, pero sí hay hipótesis biológicas, psicológicas o sociológicas.

La sanción de esta ley es importante porque responde a tres cuestiones fundamentales:

– Se ocupa de una minoría que en líneas generales está sufriendo.

– Prioriza el derecho individual, singular, por sobre los mandatos culturales y sociales.

– Sale al cruce de un malestar que puede devenir en síntomas patológicos (depresión entre otros), permitiendo a cada persona la posibilidad de tener una vida lo más saludable posible, lo antes posible.

Por la Lic. Marisa Russomando, Psicóloga, Directora del espacio La Cigüeña y Paola de los Santos, staff de la Cigüeña

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