¿ Cómo se convierte en mariposa una oruga ? Preguntas difíciles, repuestas fáciles.
La oruga es la hijita de una mariposa y se desarrolla en tres etapas: el huevo, la oruga y la crisálida. La madre deposita su huevito en la hoja que más le gusta. Pronto, la minúscula oruga empieza a masticar su caparazón y va comiendo la hoja, proseguir con otra hija que tiene al lado. La oruga es muy comilona.
Poco a poco va engordando. La antigua piel que la recubría le va quedando chica y se ve obligada a quitársela, meneándose de un lado a otro. Poco a poco se le va formando una nueva piel debajo de la anterior. Este proceso se llama muda la piel. Durante su infancia, la mariposa muda la piel cuatro o cinco veces.
En ocasiones cambia de color y de manchas después de cada muda. Pero sigue conservando sus patas reales y todas las suaves patitas de su infancia, a fin de sostener su larga espalda.
De pronto, un día pierde su apetito y abandona la hoja. Empieza a recorrer hacia arriba y hacia abajo los tronquitos y tallos en busca de algún lugar seguro para convertirse en crisálida; esta será su última muda. Nace una nueva piel y una nueva forma, que se parecerá a una ramita o a un trozo de corteza. Permanece un largo tiempo en ese estado de crisálida.
Entonces, una mañana cálida…. ¡pop!…la crisálida se rompe y surge una espléndida mariposa. Al principio tienen las alas mojadas y arrugadas. Pero pronto se le secan y sale revoloteando en dirección al sol, en busca de otra mariposa. Más huevos, más orugas, más crisálidas…. el ciclo no se interrumpe nunca.