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Scott y Tobi los amigos fieles… y mejores amigos del hombre

Por David Remigio. Cuentos de perros para todas las edades

Scott y Tobi los amigos fieles es un cuento en el que el personaje principal, de quién no conocemos el nombre, nos demuestra por qué cree que los perros son «los mejores amigos del hombre«. Es una historia del escritor David Remigio que en un relato muy breve nos cuenta la anécdota de un hombre de conocer a Tobi, el más pequeño de los dos perros y como, con ambos, conoció la amistad verdadera. Es una historia sugerida para niños de todas las edades.

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Scott y Tobi los amigos fieles

Mejores amigos del hombre

Muy bien, dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. He aquí una muestra de ello.

Scott era un perro labrador, cuyo dueño era Don Cesar un buen amigo mío. Tobi, un perro callejero al que robaron en un mercado de ambulantes y fue llevado a mi pequeño fundo por mi guardián de entonces. En ese entonces como ya les conté yo tenía un pequeño fundo, el cual estaba lleno de maleza y árboles.

Al primero que conocí fue a Scott, pues ni bien me conoció me dio muestras de su gran cariño.

Me acompañaba a hacer la limpieza de mi terreno lleno de yerbas, árboles y animales de toda clase. En ese entonces había una pequeña piscigranja que fui mejorando de a pocos y al cual llené de alevinos (peces pequeños) les dábamos alimentos en las mañanas y en la tardes.

En los intermedios aprovechaba para limpiar a machete limpio las malas yerbas y plantones que no servían. En los intervalos, aprovechaba para descansar un rato en las afueras del terreno que estaba más descampado y era más seguro, acompañado del fiel perro y también para comer algo que consistía en bizcochos y algo de refresco que compartíamos.

Al menor ruido extraño de algún animal salvaje como culebras o pájaros de mal agüero Scott se encargaba de corretearlo y con sus ladridos lo espantaba, lo cual hacía sentirme más seguro.

Llegada el término de la tarde me iba con Scott y lo dejaba en la cabaña donde vivía su dueño Don Cesar y esperaba cualquier movilidad que me llevara a la ciudad donde yo vivía, no sin antes corretear ladrando a la movilidad en la cual me transportaba hasta donde nos perdíamos.

Al día siguiente, en las mañanas que regresaba, ya estaba el perro esperándome saltando de alegría y siguiéndome hacia mi fundo donde compartíamos la merienda y realizábamos las actividades de todos los días. Yo dando de comer al pescado y limpiando y el cuidándome hasta la hora que me iba.

Al poco tiempo fue necesario tener un guardián…

Cuando llegó al borde de la carretera, el señor que se haría cargo de la guardianía, bajó del minibús un saco. Al principio pensé que era un bulto con su ropa, pero cuando partió la movilidad y al abrir el saco, ahí estaba Tobi un perrito chusquito con sus ojos desorbitados y medio asfixiado.

Rápidamente Tobi se hizo amigo de Scott y juntos los tres penetrábamos a la selva espesa y desconocida para mí.

Al mes, el guardián nos abandonó y nos quedamos con Tobi y ya parecía que Scott era mi perro, pues más paraba con nosotros que con su dueño.

Así fueron pasando los días y meses y Scott siempre acompañándome y Tobi creciendo y jugueteando ambos. Fueron varias las oportunidades que ambos perros me salvaron de ser picado por alguna víbora venenosa o animales extraños que abundaban en la espesura. Siempre uno adelante, el más grande Scott y atrás Tobi cubriendo la retirada.

Al poco tiempo tuve que alejarme por motivos de trabajo y viajé lejos dejando encargado el fundo.

Pero al estar en la ciudad me siento diferente, hay tanta hipocresía, tanta maldad, cuidarme de todo el mundo y es cuando extraño a mis perros ellos siempre fieles cuidándome de que alguien me hiciera algún daño aun exponiendo sus propias vidas de los peligros de la selva enmarañada y me digo que más selva y peligrosa es la ciudad y sus peligros por las actitudes humanas incomprensibles que tanto daño hacen al ser humano y digo Dios Mío creador del Universo, en la otra vida quiero ser un perro, para estar junto a mis verdaderos amigos.

Fin.

Scott y Tobi los amigos fieles es uno de los cuentos de perros fieles del escritor David Remigio © Todos los derechos reservados.

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