Hay un viejo refrĂĄn que dice «A quien madruga, Dios lo ayuda», en este caso es a Pedro el zapatero a quien Dios lo ayudĂł, recompensĂĄndole por su gentileza, responsabilidad y buen oficio, aunque lo que hacĂa Pedro era quedarse hasta altas horas de la madrugada terminando el trabajo para el que se habĂa comprometido. Es un bello cuento con moraleja de nuestra colaboradora MarĂa Teresa Di Dio, de Argentina. Recomendado para niños en edad escolar.
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