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Por Gina Maria Paredes Cornejo. Cuentos con moraleja

El cuento con moraleja, La amistad de Frida Kahlo y Kitty, de Gina Paredes. Cuenta una pequeña historia de amistad entre una perrita y una gatita con final feliz.

La amistad de Frida Kahlo y Kitty

La amistad de Frida Kahlo y Kitty

El mundo de los perritos, es un mundo completamente diferente al nuestro, dónde hay problemas, travesuras, amor, cariño y respeto hacia el prójimo.

En éste lugar dónde viven los perros, es un lugar privilegiado dónde no entran ningún otro animal; en especial, los gatos porque son enemigos eternos de los perros.

Frida Kahlo, no es como las demás de las perritas. Mientras a las otras perritas les gusta estar bien arregladas, saben de etiquetas y nunca se ensucian porque odian estar sucias, Frida Kahlo, es todo lo opuesto a las otras perritas: traviesa, juguetona, curiosa, no le gusta el glamour, es inquieta, siempre dispuesta ayudar quienes lo necesiten, arriesgada y con un corazón de oro.

Mientras las otras perritas, se estaban preparando para estar bien educadas, Frida Kahlo, estaba jugando con sus amigos, corriendo por todo el lugar; y por tal motivo, siempre se perdía, casi nunca sabían dónde estaba.

Frida Kahlo, le gusta disfrutar de la vida, de sus familiares y amigos, ayudar a los demás, no le gusta ser mezquina; más bien, lo poco que tiene, lo comparte con todos quienes estén cerca de ella o quienes necesiten de comer, bañarse o algún dinero para sobrevivir el día.

Frida Kahlo, siempre le ha gustado ir a diferentes restaurantes para probar comida; al mismo tiempo, le gusta tener bastantes amigos y conocer mucha gente.

Uno de sus nuevos amigos es Kitty, una gatita, quien al igual que Frida Kahlo, le gusta divertirse, disfrutar de la vida, conocer gente e ir a lugares exóticos para comer, bailar y explorar.

“¿Cómo te llamas? y ¿qué haces aquí?”, preguntó Kitty, curiosa al ver a un perro en terreno gobernado por gatos.

“Me llamo Frida Kahlo y estoy aquí porque me gusta hacer amigos y no creo en eso que los perros por un lado y los gatos por el otro lado. Todos, debemos dejar ésta pelea de una vez y por todas, porque no lleva a ningún lado”, dijo Frida Kahlo, quien estaba a destruir esta enemistad de años, entre ambos bandos. “¿Y tú? ¿Cómo te llamas?”

“Me llamo Kitty y yo también quiero hacer amigos. Al igual que tú, a mí también me gustaría acabar con ésta enemistad de años; la cual, no lleva a nada, como tú misma dijiste, ésta enemistad debe terminar ya”, dijo esto, dispuesta a todo, para acabar con la enemistad y para que todos se lleven bien.

“Entonces, no se diga más y a buscar la manera de terminar con ésta enemistad que lleva tiempo”, dijo Frida Kahlo.

Desde ése momento, se hicieron buenas amigas; pero tuvieron que encontrarse a escondidas, por esa enemistad. Todo estaba marchando a la perfección, hasta que ambos bandos, se enteraron de la amistad de las dos y decidieron separarlas.

“Entonces, nos vemos mañana”, dijo Kitty, feliz con su nueva amiga.

“Sí, nos vemos mañana y aquí mismo”, dijo Frida Kahlo, también feliz por su nueva amistad.

Las dos, regresaron a sus respectivas casas, felices por su nueva amistad. Todo marchaba bien por algunas semanas; hasta que un día, ambos bandos, empezaron a sospechar de ellas por la actitud y decidieron seguirlas. Lo que se encontraron fue que las dos son buenas amigas y eso los enfurecía, porque no deberían de ser amigas.

Por separado, idearon un plan para separarlas; y así, llevarlo a cabo. Tenía que estar bien planificado para que no tengan la oportunidad de huir. Cuando tenían armado el plan, decidieron ponerlo en marcha.

Tanto Frida Kahlo como Kitty, no tenían idea de que ambos bandos ya sabían que son amigas y que se han estado viendo en secreto.

Se valieron de todo para separarlas, porque no podían concebir la idea de que fuesen amigas, si son enemigos; y ésa enemistad, no la podían alejar de sus vidas.

Cuando lograron separarlas, hicieron de todo para que no se vean. Pero la amistad de las dos, es más fuerte que cualquier enemistad; y gracias a ello, lograron romper toda barrera de odio, enemistad y resentimiento.

Desde ése día, vivieron felices para siempre.

Moraleja

La amistad es más importante que una enemistad.

La amistad de Frida Kahlo y Kitty es un cuento con moraleja enviado por nuestra colaboradora Gina Maria Paredes Cornejo a EnCuentos.

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