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Audición y Síndrome de Down

Las personas con Síndrome de Down tienen un mayor riesgo de padecer hipoacusia o déficits de la audición. Esto es importante conocerlo para realizar los estudios correspondientes, los cuales deben ser realizados por profesionales de la audición idóneos y que sepan interpretarlos en personas con SD, ya que se ha sobrediagnosticado hipoacusia con las correspondientes consecuencias para la persona con SD y su familia.

Además debemos saber que suelen tener unos tiempo de latencias más prolongados lo que hace que sea más lenta la transmisión del sonido, la interpretación de ese sonido y la ejecución de la respuesta también, lo que puede llevar a que impresione una hipoacusia, por lo que debemos aprender a esperar la respuesta, porque esta llegará.

Anatomía auditiva en la persona con SD Las personas con SD tienen un pabellón auricular más pequeño con lo cual la captación de las ondas auditivas es menor.

El conducto auditivo externo suele ser estrecho, lo que ofrece un menor espacio para transmitir el sonido y si le agregamos el cerumen el problema a este nivel es mayor.

Pueden tener alteraciones en el oído medio y en el oído interno.

Hipertrofia adenoidea y amigdalina, lo que favorece una mala circulación del moco y acumulación en oído medio.

Hipotonía de la Trompa de Eustaquio, que es la que ventila los oídos.

Cavidad bucal: bóveda más pequeña, macroglosia relativa e hipotonía de los músculos masticatorios. Laringe estrecha y muchas veces laringomalacia.

Hipoacusia: su frecuencia es del 40 a 60 % y es por una pérdida auditiva entre 15 a 25 db.

Hipoacusia de conducción: es el mayor porcentaje durante la infancia y la adolescencia en personas con SD.

El 60% se produce por otitis serosa, la que se produce por acumulación de moco en la caja del tímpano o por disfunción de la trompa de Eustaquio.

Hipoacusia neurosensorial: la alteración a nivel neurosensorial, es más frecuente en la vida adulta.

Protocolo diagnostico.

Otoscopia: se utiliza para evaluar las características del conducto auditivo externo por (el diámetro y la presencia o ausencia de cerumen), y para observar las características de la membrana del tímpano y su movilidad. Audiometría: depende del grado de colaboración del paciente.

Es importante que sea realizado por personal especializado. Tener en cuenta los tiempos entre la percepción del estimulo y el de la respuesta activa y porque puede ser interpretado en forma erróneo y dar un diagnóstico de hipoacusia en un niño que escucha bien.

Timpanometrìa: se indica para evaluar la permeabilidad de la trompa de Eustaquio y la movilidad del sistema tímpano osicular.

Potenciales auditivos de Tronco: es una prueba electrofisiológica, la cual evalúa la vía neurosensorial.

Los niños con síndrome de Down presentan respuestas auditivas a estímulos más lentas o prolongadas y de baja intensidad, por lo que se debe ser muy y cautos y repetir los estudio antes de equipar a los pacientes.

Tener en cuenta la edad madurativa más que la cronológica.

Otoemisiones acústicas: potenciales evocados de estado estable, es el primer estudio que se realiza al recién nacido.

Trastornos de la conducción. Afectan las frecuencias bajas de los sonidos y se relacionan con afecciones del oído medio, como la otitis serosa, disfunción timpánica y trastornos de los huesos del oído medio, tener en cuenta que la mayoría de estos problemas son transitorios.

Hipoacusia neurosensorial Afectan las frecuencias altas del sonido, suelen ser progresivas y a veces permanentes. Entre las causas están el compromiso de la coclea, del nervio auditivo y de las áreas corticales centrales.

Clasificación Audilógica Hipoacusia leve: pérdida de 26 a 40 db. Hipoacusia Moderada: pérdida de 41 65 db. Hipoacusia severa: pérdida de 66 a 95 db. Hipoacusia profunda: pérdida mayor a 86 db.

Clasificación según la edad de comienzo de la hipoacusia Preverbal: la pérdida auditiva ocurre antes del desarrollo de las habilidades lingüísticas. Pre-vocacional: la pérdida auditiva se produce después de los 2 -3 años de edad y antes del inicio laboral del individuo. Comienzo tardío: adultos jóvenes.

Hipoacusia Congénita El 60% corresponde a causas genéticas primarias, de las cuales el 30% está asociado a algún síndrome y el 70% no.

En el síndrome de Down, la herencia es de tipo cromosómica, pero el tipo de hipoacusia más frecuente es la de tipo conductivo y ocasionalmente neurosensorial, generalmente por la alta incidencia de otopatía serosa, siendo otras causas, la estrechez del conducto auditivo externo, la presencia de cera, el mal funcionamiento de la cadena de huesos y la disfunción tubaria.

La otitis media serosa es una causa frecuente de hipoacusia de conducción intermitente en la infancia. La persistencia de líquido en ello ido medio disminuye la movilidad de la membrana del tímpano y actúa como barrera para la transmisión del sonido así como el enlentecimiento de la velocidad de la onda sonora.

Las causas pueden ser por disfunción tubaria, con la consecuente mala aireación del oído a través de ella o ser consecuencia de un proceso inflamatorio secundaria a una otitis media aguda. En las personas con SD debemos tener en cuenta la hipotonía de la trompa de Eustaquio que no permite cumplir con una adecuada función, además cuando los niños y niñas con síndrome de Down reciben su alimentación por mamadera o pecho en posición 45 grados o menor puede la leche al ser deglutida dirigirse a la zona de las trompas y oído medio y, en esa mucosa que no está preparada para ponerse en contacto con la leche genera un proceso inflamatorio con producción de moco y la consecuente otitis serosa con posibilidad de generarse otitis media e hipoacusia de conducción.

El manejo adecuado de la “OTITIS MEDIA SEROSA”, evitara la hipoacusia conductiva intermitente y sus efectos sobre el desarrollo del lenguaje y del aprendizaje.

Sceening Universal Otoemisiones acústicas: evalúa la función del sistema auditivo periférico, primariamente de la cóclea, que es la estructura más frecuentemente involucrada en la hipoacusia neurosensorial.

Potenciales evocados auditivos de tronco: este estudio puede brindar un 30% de falsos positivos y en el retest podría bajar al 1%.

Observación de la conducta auditiva en mayores de 6 a 8 meses.

La disminución de la audición produce una alteración del lenguaje y de la conducta y puede producir también alteraciones en la sociabilización.

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