7 de Abril – Día Mundial de la Salud – La Urbanización y la Salud
El sistema urbano de una sociedad debe estar planificado para satisfacer una accesibilidad total a cualquier servicio necesario para el desarrollo óptimo, saludable y sustentable de la población que contiene. Las principales herramientas estratégicas que conforman el eje fundamental de toda urbanización coherente son: la distribución equilibrada de las prestaciones privadas y estatales; la correcta utilización de los recursos naturales y una red de medios de transportes que logre unificar cada sector de la sociedad con los centros de prestación que no puedan ser relocalizados. De ésta manera, una excelente proyección del entramado urbano se encuentra directamente relacionada a los más altos estándares de vida.
A partir del día 7 de Abril del año 1948, tras la conformación de la Organización Mundial de la Salud, órgano derivado de la firma de la Constitución de la Asamblea Mundial de la Salud, cada año tenemos la oportunidad de profundizar en los diversos matices que conforman una vida saludable. Muchas veces pasamos por desapercibidas las íntimas relaciones que un trazado urbano eficaz mantiene con la salud, en particular cuando sólo nos centramos en las grandes ciudades. En el caso particular de la Argentina, existen graves problemas sanitarios que se ven afectados profundamente por una estructura urbana centralizada: en tan sólo tres provincias podremos encontrar gran parte del movimiento cultural y económico de todo el país. Extensas regiones del país se encuentran prácticamente aisladas entre sí, debido a los precarios medios de comunicación con que cuentan. En igual medida, los servicios de electricidad, gas natural, aguas, recolección de efluentes cloacales, servicios hospitalarios y hasta caminos debidamente asfaltados, entre una enorme lista de factores, presentan escasa o nula disposición.
Cuando analizamos las condiciones sanitarias a las que muchos sectores nuestra sociedad se encuentran expuestas, nos topamos con una gran variedad de circunstancias que van desde la falta de higiene, agravada por el amontonamiento de basura o desechos fecales, una incompetencia grave en asistencia médica ante cualquier tipo de emergencia, incomunicación tecnológica o logística ante condiciones climáticas adversas y escasos recursos económicos que permitan mejorar una región y así impedir las migraciones masivas, el abandono de las regiones productivas y el hacinamiento en sectores, con mayor disponibilidad, pero que en poco tiempo terminan colapsados.
Con esta rápida revisión, podemos establecer que el concepto de salud se basa en el equilibrio y el desarrollo del individuo en cada uno de los ámbitos de los que forma parte.
Es así como lo situaciones ambientales forman parte inseparable de la aparición de nuevas enfermedades, así como también, la reemergencia de enfermedades que se habían erradicado de algunas regiones hacía ya muchos años. Claro ejemplo de esto se ha visto durante los últimos años en distintas regiones de la Argentina; el dengue y la fiebre amarilla, erradicados antaño, volvieron a afectar zonas que nunca antes había podido ser pobladas por los vectores que las transmiten, consecuencia fundamentalmente de las grandes pérdidas de vegetación en algunas regiones y, por ende, la disminución de poblaciones animales y vegetales que acogen a estas especies.
Fundación Agreste ha realizado en los últimos años talleres abiertos sobre la Desertificación como Factor de Reemergencia de Zoonosis, en las que participaron destacados médicos e investigadores Argentinos resaltando la importancia del cuidado ambiental en relación con la salud en esta era globalizada, en la que cada acto, individual o colectivo, repercute en el ambiente.
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