Saltar al contenido

Día del Padre

DIA DEL PADRE:  “No importa quién fue mi padre, lo que interesa es quién recuerdo que era” (Anne Sexton). Escritora Argentina. Reflexión sobre el ser padre.

¿A qué hijo le importa qué profesión tiene el padre? Como hijo, no nos importa si nuestro papá es obrero, maestro o gerente de un banco. No nos interesa si tiene alguna jerarquía o no, si es famoso o pasa desapercibido. Lo que realmente importa es cómo es cómo papá. Lo que un hijo rescata de un papá es su figura como hombre, su sostén, su guía y por sobre todas las cosas, el amor que nos ha brindado.

¿Alguno de nosotros recuerda de qué trabajaban nuestros padres cuando teníamos, por ejemplo, cinco años? No creo que sean muchos los que puedan contestar esta pregunta. Lo que sin duda recordaremos es si a los cinco años papá nos llevó a la cancha por primera vez, o al cine, o nos hizo un avión de papel que superó todos los modelos antes vistos o que llegó a tiempo para vernos actuar vestidos de conejitos en el colegio.
La figura del hombre suele asociarse más con la profesión y el desarrollo laboral, que con la vida hogareña. Sin embargo, no hay empresa más grande para un hombre –estoy segura- que la de educar bien y hacer feliz a sus hijos. El corazón no sabe de rangos o puestos de trabajo, sabe de amor y cuidados, de necesidades satisfechas, de tiempo compartido. El niño necesita un papá que le de su mano fuerte y segura, pero a la vez amorosa; no interesa si en esa mano han quedado las huellas de un trabajo duro o si ostentan un oneroso anillo de sello.

¿Qué recordaremos o recordamos de nuestro papá? ¿Qué valoramos y tenemos en cuenta los hijos? Lo que ese hombre, exitoso o tal vez no, famoso o anónimo, pobre o rico nos dio como padre. Tampoco mediremos lo recibido en términos materiales. Un juguete -en su momento- se recibe como el bien más preciado, pero con el tiempo los hijos nos damos cuenta que realmente el mayor regalo ha sido el amor con que ese hombre compró el regalo o quizás valoremos el esfuerzo que implicó comprarlo o comprendamos el dolor que ha sentido por no haber podido darnos un gusto.
Seguramente también tendremos en cuenta que nuestro padre sea o haya sido un buen hombre y orgullosos portaremos esa herencia. Sin embargo, si no lo ha sido, si nuestro padre no supo cómo conducirse en la vida y cometió errores, pero nos amó mucho, será este amor el que más peso tenga para nosotros. En este caso, ese amor servirá para perdonar, comprender y aceptar que tal vez papá no haya sido un ejemplo, pero igual nos amó y tendremos un recuerdo piadoso hacia él.

Lo que un papá significa para un hijo es por sobre todo amor, pero además, seguridad y autoridad. A cierta edad, papá es cual si fuese un héroe, todo lo puede y lo resuelve, a su lado no hay temores, estamos seguros. Con el tiempo la figura del héroe se va desdibujando y no precisamente porque nuestro padre haya cambiado, sino porque nosotros lo hemos hecho. A cierta edad, no lo valoramos en su justa medida, es más lo juzgamos y nos enfrentamos. Sin embargo, a lo largo de los años, y al encontrarnos nosotros los hijos ya adultos, recuperaremos esa figura heroica de papá. Ya no seguramente por la muñeca que pudo arreglar o por la pelota que recuperó de la terraza vecina, sino porque comprendemos cabalmente cómo nos ha amado y todo lo que ha hecho, o ha querido, o ha podido hacer por nosotros.

Es por ello que, volviendo a la frase del comienzo ¿qué importa quién fue nuestro papá para el resto del mundo? Importa quién es o ha sido para nosotros, en nuestro corazón quedó lo mejor de ese hombre, lo más noble, lo más puro, ni más, ni menos que el amor más grande que puede existir. A ese recuerdo amoroso apelarán al evocarlo aquellos que no lo tienen y los que tenemos la inmensa dicha de tenerlo a nuestro lado, daremos gracias por tenerlo cerquita. Un hijo siempre necesita al papá, no importa si ya nos atamos los cordones solitos o somos padres nosotros también, el corazón no envejece, la necesidad de amor tampoco. Papá será siempre papá, aunque ya no recupere pelotas perdidas o no se pueda agachar a jugar, haya sido doctor, albañil o vendedor, es o ha sido nuestro papá y como tal nos ha dado todo su amor, ¿importa algo más?

Fin

Califica esta entrada

Por favor, ¡Comparte!



Por favor, deja algunos comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Recibe nuevo contenido en tu E-mail

Ingrese su dirección de correo electrónico para recibir nuestro nuevo contenido en su casilla de e-mail.



Descubre más desde EnCuentos

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo