Para poder entender qué es el yo poético, tenemos que saber que la poesía es una de las formas de expresión que resulta más subjetiva. Es decir, parece que el poeta, el autor de “carne y hueso”, nos hablara directamente a quiénes lo están leyendo, a los lectores de sus poemas.
Cuando leemos un poema “escuchamos” una voz que expresa las emociones y las ideas, los poetas utilizan el recurso de construir una voz que es la que “suena” en el poema y a través de la cual nos identificamos o no con los pensamientos y emociones expresados; esa voz se conoce como el yo poético o el yo lírico.
El yo poético es el mediador del poeta, pues a través de éste, manifiesta sus sentimientos, deseos, sueños, razones y experiencias; es la voz a través de la cual los pensamientos del escritor o escritora adquieren sentido.
El yo poético dialoga, propone, sugiere y seduce a lectoras y lectores.
De acuerdo con el contexto situacional, el yo poético puede ser un personaje mitológico, un animal o una flor como parte de una metamorfosis.
O, como dice el poeta Octavio Paz, el poeta tiene una voz que misteriosamente es y no es suya.