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Siguiendo sus pasos 🤡 Cuéntame las penas que ahora te afligen, mientras hace un rato te mostrabas alegre y hacías reír…

Por Alberto Suárez Villamizar. Cuento sobre la vida cortos.

Siguiendo sus pasos es una breve historia de vida de un payaso que, por un motivo muy especial, no mostraba sus verdaderos sentimientos y escondía su profunda tristeza cuando se presentaba a escena. Es un cuento del escritor colombiano Alberto Suárez Villamizar, recomendado para todas las edades pero principalmente para jóvenes y adultos.

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Siguiendo sus pasos

Siguiendo sus pasos - Cuento
Foto de PxHere

Lentamente abandonan los puestos que han ocupado durante las dos últimas horas: son las diez de la noche y la función, – ésta que se había anunciado como la de despedida – ha finalizado, pues mañana el circo arriará su carpa para continuar su correría por otras poblaciones que, ávidas de diversión, esperan su llegada. En pequeños grupos los asistentes buscan la salida mientras comentan los pormenores del espectáculo al que han asistido:

Muy divertida la presentación de los bailarines –comentan algunos-, mientras otros muestran su asombro por el acto de las fieras, dónde el domador arriesga su vida con tal de divertir al público, especialmente a los niños, quienes incrédulos ven como aquel artista doblega las fieras.

Poco a poco caminan por los corredores que conducen a la salida, para dirigirse luego a sus viviendas.

Mary una agraciada adolescente se queda un tanto rezagada del grupo para evitar a algunos espectadores que atropelladamente se retiran del lugar. Camina distraída reviviendo en su mente los diferentes actos presentados esa noche. Sus pensamientos son interrumpidos por un leve ruido que cree escuchar al pasar por la puerta entreabierta de uno de los camerinos ocupados por artistas circenses; la curiosidad la hace volver tras sus pasos para indagar de que se trata.

Camina sigilosamente y observa en su interior: allí de espaldas a la puerta, sentado en un butaco, se encuentra «Campanita», el genial payaso que minutos antes, durante la función, había provocado la hilaridad del público con sus chistes y ocurrencias.

Entrando en el camerino la muchacha se atreve preguntar:

¿Por qué lloras Campanita?

¡Oh, no estoy llorando! –responde sorprendido el payaso tratando de ocultar el rostro.

No mientas, que las lágrimas han dejado huellas en la pintura que llevas en la cara.

Bueno, es qué yo…, -titubeó el payaso.

No tengas vergüenza y cuéntame las penas que ahora te afligen, mientras hace un rato te mostrabas alegre y hacías reír a los asistentes.

Bueno, la verdad es que en esta que es mi profesión debo mostrar durante la función una cara de felicidad para hacer reír al público, ellos pagan su boleta para divertirse y no para saber de mi tristeza –respondió cabizbajo el payaso.

Pero, cuál es tu pena -insistió la muchacha poniendo su mano sobre el hombro del triste “Campanita”.

Alzando su mirada y encarando a la muchacha, así empezó a hablar aquel hombre:

Hace muchos años, treinta para ser exacto, pues en este momento tengo veintinueve, según un día me contó mi madre, llegó a mi pueblo un circo que debido a una pandemia debió pasar una larga temporada allí. En el circo trabajaba un payaso de quien mi madre se enamoró, y cuyo romance dio origen a mi existencia.

Al partir el circo del pueblo mi madre estaba embarazada, y mi padre, el payaso llamado «Campanita», cuyo nombre artístico asumí años más tarde, prometió a mi madre que volvería por los dos para formar una familia; lo que con el paso del tiempo nunca ocurrió.

En mi juventud, cuando conocí la historia de labios de mi madre, decidí convertirme en payaso para internarme en el mundo de los circos y poder así un día encontrarlo y conocer a mi padre.

Hoy hemos cumplido nuestra última función en este pueblo, y con este son muchos los circos y los pueblos en que he trabajado sin lograr tener noticias de él.

Ahora ya sabes porque llora este payaso -terminó diciendo-, mientras empuñando un pañuelo la muchacha secaba las lágrimas que rodaban por aquel rostro pintado de alegría.

Fin.

Siguiendo sus pasos es un cuento del escritor Alberto Suárez Villamizar © Todos los derechos reservados.

Sobre Alberto Suárez Villamizar

Alberto Suárez Villamizar - Escritor

Alberto Suárez Villamizar nació el 27 de enero de 1958 en la ciudad de Bucaramanga, departamento de Santander, Colombia. Cursó sus estudios de enseñanza básica media hasta finalizar en 1976, en Bucaramanga. Actualmente trabaja con empresas de ingeniería civil que se dedican a la construcción y mejoramiento de vías.

“Escribo por Hobby, y mi mayor satisfacción es que mis escritos lleguen a todas aquellas personas amantes de la lectura”.

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