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Por Luis David Gamonal Suárez. Cuentos sobre la vida

El cuento corto «Evaristo Huaygua» de David Gamonal Suárez sobre situaciones de la vida cotidiana. Nos muestra momento comunes para muchos de nosotros sobre situaciones de promesas, mentiras y confianza en los demás. Situaciones que además, se repiten en diferentes momentos de nuestra vida.

Evaristo Huaygua

Evaristo Huaygua

Evaristo Huaygua, un agricultor que estaba postulando como presidente de la junta de regantes de su comunidad, redujo al mínimo a sus contrincantes, ofreciendo al campesinado lo siguiente:

-¡compañeros, si ustedes me eligen como su próximo representante, yo construiré pozos tubulares en cada uno de vuestros campos, para que puedan regar sus sembríos de forma rápida, fácil y ahorrativa, así como piensan proyectarse nuestros vecinos del norte!.

Dicha propuesta, Evaristo la plagio de otro agricultor de la comunidad mencionada, quien también se postulaba a similar cargo.

Mas allá de ser o no idea suya, la mayoría de agricultores saludó esa iniciativa, a la vez rechazada por los contrincantes y un reducido grupo de campesinos, dijeron:

-¿Evaristo, por qué no planteas trabajos que estén acordes a nuestra realidad, no ajenas a la misma?

-¡Ellos pueden realizar ambiciosos proyectos, porque siembran arroz, árboles frutales y otros productos de calidad, en cambio nosotros sembramos verduras, yerbas y productos menores!.

Frente a esa contradicción, Evaristo contesto:

-¡Cuando uno se propone metas, hace lo imposible por cumplirlas!.

Esperanzados de cambiar su estilo de vida, gran parte del campesinado respaldó la candidatura de Evaristo, quienes no solo le dieron el triunfo el día de la elecciones, sino que ganó con un amplio porcentaje.

Apenas asumió funciones, Evaristo quiso hacer que prometió tanto, pero se dio con la sorpresa de que en las arcas de la institución que presidía, no había los suficientes fondos para invertir en su construcción, tal como lo recordaron en el lapso de la campaña.

Evaristo asume la presidencia

Ante la falta de recursos, Evaristo hizo obras de menor trascendencia. Al no ver ningún hoyo trazado, los agricultores marcharon hacia el despacho de su representante, exigiendo lo siguiente:

-¡Señor presidente, cumpla con su ofrecimiento de construir los pozos!.

Incomodo por ese escándalo que causaban los protestantes, Evaristo salió a conversar con ellos, explicando los siguientes motivos:

-¡Compañeros, disculpen que aún no haya podido realizar el trabajo que les anhelé, el cual les entiendo, es porque no cuento con los fondos necesarios, pero haré todo lo posible de gestionar más presupuesto en las dependencias correspondientes.

Confiando en el compromiso de su presidente, sus agremiados le dijeron:

-¡Ojalá que así sea!.

Para no generar más descontento en la población, Evaristo convoco a los expertos en la materia, a fin de que le ayuden a elaborar un expediente técnico.

Teniendo listo ese perfil, Evaristo lo presentó en el organismo competente, con el fin de buscar financiamiento. A pesar de ser un importante proyecto, los funcionarios no lo aprobaron el mismo, debido a sus observaciones.

Obteniendo esa negativa respuesta, Evaristo se desanimó de ejecutar su emblemática obra que prometió al campesinado, traicionando la confianza de muchos de ellos que le dieron el voto.

Molestos de no ver inicios de excavación después de mucho tiempo, los agricultores marcharon nuevamente hacia el despacho de su presidente, esta vez para advertirle los siguiente:

-¿Vas a cumplir tu promesa demagogo o anda despidiéndote de esta institución?.

Antes de que lo cesen de sus funciones, Evaristo renunció a su cargo, aprendiendo la lección de no gobernar a espaldas a una triste realidad que vivía su comunidad.

Fin.

Evaristo Huaygua, por Luis David Gamonal Suárez para EnCuentos.

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