El Edén en cenizas es uno de los interesantes cuentos sobre cantinas escrito por Luis David Gamonal Suárez, sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos.

Al noreste del distrito lambayecano de illimo, específicamente entre la margen derecha del rio la leche, se ubicaba el caserío “la cirila”.

Allí sus habitantes -en su mayoría- se dedicaban a la agricultura, apicultura y a la elaboración de chicha de jora.

Tal era el caso de los señores cantineros como son: Pablo, Mío y Mateo Yerren, dueños de los dos únicos establecimientos del caserío como eran: “La Cholita” y “El Edén” respectivamente.

Este último fue denominado así debido a su moderna construcción y ambientación ecológica.

A pesar de poseer dichas características mencionadas, la cantina carecía de clientela , ya que la gente acudía a tomar su chicha en la cantina “La Cholita”.

Para atraer clientes a su cantina, Don Mateo Yerren cambió la imagen de su negocio contratando orquesta, acompañada de dos simpáticas anfitrionas para fortalecer la atención al público.

Al observar un mejor panorama en la cantina “El Edén”, la gente concurrió a tomar su chicha allí, reduciendo así a su competidor.

A partir de ese momento, le marchó bien en su negocio a Don Mateo Yerren.

Gracias a la estrategia planteada para incrementar más sus ingresos, el cantinero decidió contratar un fin de semana a su cantina a la orquesta musical más popular de Illimo como era: ”Cielo Norteño”, orquesta conocida y recorrida en todo el Valle La Leche.

De inmediato fue a contactarlos al pueblo. Al llegar a un acuerdo económico con Julio Causal, dueño de la mencionada orquesta, el cantinero mando a imprimir afiches , anunciando su evento y los pegó en diferentes puntos del caserío, para que no solamente lo vean los caribeños , sino los demás pobladores de caseríos aledaños.

Al leer la propaganda que el día domingo llegaría a La Cirila su orquesta preferida, los campesinos -durante la semana- ahorraron su dinero para espetar dicho evento.

Llegado el día esperado por los caribeños y demás caseríos vecinos, desde muy temprano formaron largas colas fuera de la cantina para escuchar cantar y bailar con “Cielo Norteño”.

Al momento de tocar la orquesta, cada uno buscó su respectiva pareja. Apenas comenzó el concierto, se produjo un incendio dentro de la cantina a consecuencia de un cortocircuito. Dejando las diversiones de lado, los asistentes -incluyendo los músicos temerosos de sufrir quemaduras- salieron del peligro rompiendo las frágiles paredes gritando:

-¡Incendio! ¡Incendio!-¡Llamen a los bomberos!

En ese momento, Don Mateo Yerren prestó un teléfono celular, a través de ese medio llamó a la compañía de bomberos de Illimo, siendo decepcionada la misma por su jefe, el comandante Diego Chozo, quien al contactar con él le suplicó:

-Señor bombero ante todo tenga usted tenga muy buenas tardes, el motivo de mi llamada es para pedirle que envié una cisterna al caserío “La Cirila”, ya que en estos momentos se viene produciendo un incendio aquí.

Al oír la desesperada llamada del solicitante, el comandante Chozo le dijo:

– No se preocupe amigo, ahora mismo mando dos cisternas para allá para evitar que el establecimiento siga ardiendo.

La gente contribuía apagar el fuego con baldes de agua, los cuales fueron insuficientes ya que la candela se propagó por todo el inmueble.

Después de una larga hora de espera, los bomberos llegaron al lugar del siniestro a cumplir con su deber, pero el fuego ya había consumido gran parte de su rústica infraestructura. De todas maneras lograron apagarlo.

Al día siguiente , si bien es cierto que el siniestro no había cobrado víctimas fatales, trajo consigo grandes pérdidas, sobre todo para Don Mateo, quien al ver reducida su cantina en cenizas, se puso a llorar de pena.

Al percatarse de su dolor, la gente fue a consolarlo de la desgracia que había sufrido y le dijeron:

-¡Tu Edén quedó en cenizas!- extrañando su buena atención, sabor y animación al que ya les había acostumbrado.

Hasta que se reconstruyera la cantina, los cirileños volvieron a tomar su ancestral bebida a la cantina “La Cholita”, donde muchos fueron sus clientes desde un principio.

Fin

Cuento sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos

El Edén en cenizas es uno de los interesantes cuentos sobre cantinas escrito por Luis David Gamonal Suárez, sugerido para adolescentes, jóvenes y adultos.

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