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La tristeza del despertar es uno de los apasionantes cuentos sobre fútbol escrito por Luis Gómez, esta historia es sugerida para adolescentes, jóvenes y adultos.

Es la final del mundial de futbol 2018, en el estadio Olímpico Luzhikí, en Moscú, Rusia.

Unos minutos antes de entrar al partido, más o menos 30 minutos.

Todos estamos en los vestidores, emocionados, esperando el momento para salir al campo, escuchar el himno con orgullo, ver al rival a la cara, a toda la afición mexicana coreando nuestros nombres.

Son las cinco y cuarto de la tarde, pero todos esperamos que sean las seis menos cuarto para salir al campo, se nos hace larga esa media hora, el partido empieza a las seis de la tarde en punto. Estamos en los vestidores, sentados, concentrándonos en este partido que quedara en la historia de nuestro país.

No se escuchan ruidos, todo está envuelto en un silencio, todo el equipo está pensando en el partido, yo estoy concentrado para poder salir al campo y hacer las cosas bien, cuando me llegan algunos recuerdos de un equipo de amigos, un equipo amateur, jugábamos en Parque de los Venados, todos los domingos ahí era el punto de reunión, salimos campeones dos veces en esa liga.

En el partido de campeonato, en Parque de los Venados, jugamos como nunca, el equipo ganó, pero mi sorpresa fue al acabar el partido, un señor como de unos cincuenta años de edad, de complexión delgada, no muy alto, se me acercó y con una voz ronca me dijo.

-Joven muchas felicidades por el campeonato, me presento, mi nombre es Juan Alcázar, soy visor del F.C. Star (Futbol Club Star) de la primera división.

-Muchas gracias señor.

-La verdad no me sorprendo con facilidad, pero usted joven me sorprendió mucho. Su forma de jugar, la técnica con la que trata el balón, los pases que da, la visión que tiene del campo.

-Muchas gracias señor, mi afición por el futbol fue por ver a mi papá jugar desde que estaba pequeño, él me enseñó a jugar.

-Ok joven, ¿pero cuál es su nombre?

-Me llamo Adolfo Estrada señor.

-Ok Adolfo, me gustaría que fueras hacer las pruebas al club, di que vas de parte de Juan Alcázar.

Estiró su brazo y me entrego una tarjeta con su nombre y número telefónico, después con un fuerte apretón de manos se retiró.

En ese momento yo estaba muy escéptico con respecto a la oportunidad que se me presentaba, además de que estábamos festejando el campeonato. Ese día festejamos con unas cervezas, pero lo que me comentó el señor me daba vueltas en la cabeza.

Pasaron los días, yo seguía pensando en la charla con el señor, les comenté a mis papás lo que había pasado con respecto al tema, lo que el señor Juan me comentó. No sabíamos qué pensar ninguno de los tres, hasta que un día me decidí, tome la decisión de llamar al señor Juan, me dio una dirección, la decisión ya estaba tomada, por lo que fui a la dirección que el señor me dio, claro mi papá me acompañó puesto que yo tenía catorce años, ya casi cumplía los quince.

Al llegar estaba muy nervioso, pensaba muchas cosas. ¿Les gustara mi forma de juego?, ¿seré lo que están buscando?, muchas preguntas rondaban en mi mente.

En la entrada un guardia nos esperaba. Teníamos que registrarnos para poder entrar, pero yo por los nervios que tenía en ese momento no sabía la fecha. El trayecto al campo fue corto, ya había un grupo de jóvenes esperando, estaban todos reunidos adentro del campo. Solo unos cuantos se hablaban, los demás estábamos muy nerviosos esperando el momento.

Al poco tiempo de que estábamos esperando llegó el entrenador del F.C. Star, Víctor Manuel Vucetich con su equipo de reclutadores, en ese momento los nervios crecieron, sabíamos que llegaba el momento de la verdad. Todos estábamos callados, escuchando las instrucciones que nos daban, Vucetich nos motivaba a dar todo de nosotros.

Nos dividieron en grupos de diez para hacer las pruebas. Grupo a grupo empezaron a pasar, tocó nuestro turno, nos hicieron las pruebas físicas, correr a lo largo del campo, resistencia, velocidad, hicimos muchas pruebas. Al acabar, nos hicieron pasar a un especie de auditorio a todos los grupos, nosotros éramos el grupo ocho. Todos estábamos esperando los resultados, nadie estaba tranquilo, ninguno sabía qué pasaba afuera, dónde estaba Vucetich con su equipo de reclutadores, deliberaban qué grupos se iban y qué grupos seguían en el sueño de poder ser jugadores profesionales. Pasados unos minutos, que a mi parecer fueron horas, entraron para darnos a conocer los resultados de las pruebas, los grupos que se quedaban y los grupos que quedaban fuera.

De los diez grupos se quedaron con la mitad, nuestro grupo que era el ocho pasó la primera prueba. Así fue como acabo el primer día de pruebas, se quedaron con la mitad de los jóvenes que empezaron.

El segundo día nos citaron a las ocho de la mañana, yo llegue a las siete y media, me doy cuenta que hay pocos chavos. Poco a poco fueron llegando todos, ya éramos los cincuenta que quedábamos.

Hacía mucho frío, era invierno, por lo que dadas las ocho de la mañana los ayudantes de Vucetich nos pusieron a calentar, después con los mismos grupos de diez jóvenes nos hicieron la segunda prueba. Esta segunda prueba eran tiros a la portería de larga distancia, habilidades con el balón, etc.

En la segunda prueba nos enfrentaban con los integrantes del grupo, ese primer grupo con el que habíamos pasado la primera prueba. Los resultados esta vez eran individuales por lo que ahora no pasaban todo el grupo sino pasaban los mejores. Al acabar nos pasaron al mismo auditorio, igual la incertidumbre nos mataba, no sabíamos que pasaría. Vucetich entra con su equipo de reclutadores y esta vez nombra a los jóvenes que se quedan, solo van a ser diez jóvenes no más, uno por uno fue nombrándolos y yo todavía no escuchaba mi nombre, ya habían pasado ocho jóvenes, yo fui el noveno. Así terminó el segundo día de reclutamiento.

Para el tercer día nos citaron igual a las ocho de la mañana, igual llegué a las siete y media, esperamos a que llegaran los demás jóvenes, éramos los diez. Nos esperaba un juego contra los que en ese momento eran las reservas del equipo, nos dijeron que eso era para ver como jugábamos en equipo. Empezamos un poco mal puesto que nunca habíamos jugado juntos y además los nervios que desde el primer día no nos dejan, pero solo fueron los primeros minutos, cuando entendimos el juego de los demás las cosas cambiaron para bien, les ganamos a las reservas, por lo que Vucetich no se sorprendió, porque con las pruebas pasadas él ya sabía cómo jugábamos.

En ese momento nos llamó a reunirnos, adentro del campo, para darnos la noticia de quiénes se quedaban con las reservas, nuestra sorpresa fue que nos quedamos ocho de los chavos entre ellos yo.

Duraría un año en las reservas jugando, demostrando la paciencia, el compromiso, el orgullo de estar en una institución de ese nivel. Durante el tiempo que duré en las reservas, hice buenos amigos, hicimos un buen ambiente en el equipo, nos llevábamos muy bien todos, en ese lapso el entrenador del primer equipo, Vucetich, nos hizo varias visitas para darnos recomendaciones y animarnos a que le echemos ganas para poder llegar al primer equipo.

Al lado de mis compañeros tuvimos grandes alegrías por los triunfos obtenidos y por las reuniones que teníamos al festejar esos triunfos, así como malos momentos a la hora de las derrotas. Hicimos un grupo tan unido que a la hora de las derrotas nos animábamos unos a otros para continuar con el sueño, olvidando los errores que se tuvieron en el campo. Poco a poco el equipo se fue fortaleciendo.

En ese transcurso en las reservas, algunos compañeros se fueron a otros equipos, algunos otros subieron al primer equipo del F.C. Star, pero llegaban nuevos compañeros. Al poco tiempo el entrenador del primer equipo, el profe. Vucetich, habló conmigo para darme la oportunidad de estar en el primer equipo, mi primera meta se realizaba en ese momento, al lograr ascender con mi esfuerzo y dedicación al primer equipo.

Llegué con una alegría enorme a mi casa, mis papás me preguntaron que por qué tan contento, y yo les comenté que ya estaba en el primer equipo, la noticia les causó mucha alegría y me felicitaron por lograr lo que yo quería, estar en el primer equipo del F.C. Star.

Al estar ya en el primer equipo me encontré con mis amigos de las reservas y nuevos compañeros, los cuales me dieron la típica bienvenida, la fila india, nunca me había sentido tan feliz y contento como ese día. Y ese mismo día empezamos los entrenamientos.

En el primer partido de la liga, fui convocado pero estuve en la banca, aunque no importó porque ya pertenecía desde ese momento al equipo élite. Lo cual me motivó a esforzarme más para estar en el cuadro titular.

Mi oportunidad se presentó en el tercer partido, toda la banca nos encontrábamos calentando, cuando el “profe” me llamó para entrar en lugar de “El lasie” Rivera en el minuto setenta, en ese momento debutaba como profesional. Al terminar el encuentro mis compañeros y el entrenador me felicitaron por haber tenido un buen debut. Al llegar a casa mi alegría fue mayor al encontrar a toda mi familia reunida con playeras del equipo, para felicitarme por mi debut.

Así transcurrió la liga, entrando de cambio y en la fecha ocho, el entrenador ya me consideraba dentro de los titulares, ya me había ganado mi titularidad. Pasaron las jornadas y mi desempeño fue siendo mejor, metiendo goles y dando asistencias de gol.

Ese torneo lo perdimos en la final, por algunos errores que cometimos, pero también fue una parte importante en mi carrera por haber debutado en el primer equipo y además haber jugado una final.

En el segundo torneo me fue mejor porque ya tenía la experiencia del primer torneo, salimos campeones en ese segundo torneo de liga. Al poco tiempo el entrenador Vucetich fue llamado para dirigir a la selección mexicana, despidiéndose del plantel y deseándonos mucha suerte en el próximo torneo.

El tercer torneo empezó muy bien para el equipo, ganamos los primeros cinco partidos. Para sorpresa del equipo, el entrenador de la selección Vucetich convocó a varios del equipo, entre ellos a mí, para hacer una gira de preparación, para poder pelear un puesto en el mundial. Nos fue bien en esa gira de la selección, ganamos casi todos los partidos, solo empatamos uno con una selección muy fuerte, la misma selección con la que jugamos hoy la final.

Tiempo antes de que empezara el mundial, el entrenador Vucetich dio a conocer la lista de los jugadores que van a representar a México, de los cuales los mismos siete jugadores del F.C. Star que jugamos los partidos de prueba, estábamos convocados.

Fue una alegría inmensa, el saber que representábamos las esperanzas de un país, los sueños de ganar una copa del mundo, ser los primeros mexicanos en ganarla.

Llegó el momento de partir a Rusia, a cumplir nuestro sueño y lograr la segunda meta en mi carrera profesional, el poder jugar un mundial.

Nos tocó estar en el grupo “F” junto a otras tres selecciones, que nos harían pasar momentos difíciles en el mundial de futbol por lo complicado de los partidos, pero salimos victoriosos y fuimos primero de grupo, en la primer ronda del mundial.

Pasamos las mejores dieciséis selecciones, los dos mejores de cada grupo, en la segunda ronda, como pasamos en primera posición nos tocó enfrentar a la selección que pasó en segundo lugar del grupo “E”, era una selección fuerte que se nos complicó pero igual le ganamos. En cuartos de final enfrentamos a la selección que decían los expertos que nos ganaría, que nos dejarían fuera del mundial, esas declaraciones de los expertos nos motivaron para salir a ganar ese partido, y así fue; jugamos súper bien ese juego, no hubo errores de ninguna selección, nos fuimos hasta la tanda de penales en donde le ganamos gracias al portero “Manos locas” Medina. En la semifinal no fue diferente, la selección a la que nos enfrentamos era de las más fuertes, casi perdemos, al último metimos dos goles sin respuesta, por lo que el marcador final fue tres a dos, con una victoria más.

Así fue como llegamos a este momento, en la final del mundial, con la posibilidad de salir vencedores. El entrenador Vucetich nos llamó a todos los jugadores a reunirnos en medio del vestidor, nos dijo unas palabras para motivarnos, nos dio la alineación. “El Rabbit” Godínez capitán del equipo nos dijo que jugáramos como nunca y que nos divirtiéramos, que confiaba en nosotros y con un ¡Vamos México! salimos rumbo al pasillo que conectaba al campo. Ya está la selección rival esperándonos, salimos al campo en las dos filas de protocolo, para escuchar los himnos nacionales de cada país, cuando sonó el himno nacional mexicano, sentí una emoción enorme y muchos mexicanos entonándolo, así como el himno de la selección rival. Empezó el partido con posesión del balón nuestra, ya habían transcurrido varios minutos, el marcador no se movía; cero a cero, así termino el primer tiempo y de nuevo estábamos en el vestidor.

Para la segunda mitad el entrenador hizo los cambios entrando “El Beto” Gómez, “El Mini” Muñoz, “El Choco” Herrera, por lo que adentro del campo estábamos los siete jugadores del F.C. Star, el juego se puso ríspido, un poco más rápido, pero aun así el marcador seguía cero a cero. Así acabo el partido con un cero a cero y un partido buenísimo, llegamos hasta la tanda de penales pero en ese momento como que se me empezó a nublar todo y empiezo a ver todo borroso, se pierden los colores y me empiezo a sentir solo, que nadie me escucha, nadie me hace caso, por más que yo les hable, les grite.

En ese momento me desperté, me di cuenta que todo fue un sueño, a mi alrededor hay una enfermera.

-¿Se encuentra bien joven?

-¿Qué fue lo que me paso?

-Usted tuvo un accidente automovilístico.

Empiezo a recordar lo que pasó, como estábamos parados en el auto y un vehículo nos envistió haciendo que me lastimara la pierna.

 

¿Qué es lo que tengo señorita?

-Se lastimó la rodilla derecha, se le rompieron los ligamentos cruzado y posterior, se le tuvo que operar.

Entonces pasaron los compañeros de mi equipo, mis amigos, ese equipo el F.C. Star que es un equipo amateur, jugamos en Parque de los venados

Los amigos que me visitaron fueron Francisco Godínez, Roberto Gómez, Emmanuel Medina, Rodrigo Muñoz, Luis Herrera, Samuel Rivera.

Fin

Historia sugerida para adolescentes, jóvenes y adultos

La tristeza del despertar es uno de los apasionantes cuentos sobre fútbol escrito por Luis Gómez, esta historia es sugerida para adolescentes, jóvenes y adultos.

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