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Cuentos de ninjas

El ninja sin sombra. Escritora mexicana de cuentos infantiles. Cuentos de ninjas.

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Cuentos de ninjas

Todos los días era la misma historia; a la hora del recreo nadie, pero absolutamente nadie quería jugar con O´Ren Sin-Ta´lento –es demasiado alto, muy flaco, tiene dos pies izquierdos, y los reflejos de un caracol sin caparazón– eran sólo algunos de los crueles comentarios que O´Ren Sin-Ta´lento tenía que soportar ... era cierto, él no era muy coordinado, era un chico sumamente alto, desgarbado, tímido y siempre tenía la mirada bien fija en el piso, e invariablemente el equipo en el que jugara perdía una y otra vez, no importaba el juego... fútbol, básquetbol, voleibol incluso jugar al escondite era algo practicamente imposible para O´Ren, pues no había lugar suficientemente grande en el cual se pudiera ocultar, por lo que nuestro amigo prefería pasar el tiempo a solas, pero el destino siempre encuentra alguna forma de llevarnos a donde realmente pertenecemos, y éso fué lo que ocurrió el día en que O´Ren se enteró junto con todos sus compañeros que su colegio había quedado inscrito en una competencia de juegos; al escuchar aquellas noticias sus colegas de inmediato sugirieron que mandaran a O´Ren al colegio rival para que perdieran, o que lo enviaran de vacaciones, que se reportara enfermo o de plano se mudara de ciudad; nuestro amiguito era muy tranquilo y paciente, pero todos tenemos un límite, y O´Ren había llegado al suyo, por lo que decidió demostrarles a todos que no era un debilucho nerd cualquiera ... (bueno, sí era un nerd, pero no era debilucho ... bueno eso también ¡pero no era un cualquiera!)
En cuanto nuestro amigo llegó a casa lo primero que hizo fué dirigirse a su fiel computadora y teclear en el buscador “escuelas de artes marciales” en fracciones de segundos aparecieron cientos de opciones, pero hubo un anuncio que definitivamente había captado su atención : “¿sin fuerza? ¿sin actitud? ¿sin personalidad? ¿sin talento? ... el entrenamiento del maestro ascendido nivel cuatro honorable ninja supremo de la orden del dragón comelotodo gran Matzumoto Te-no´kea te invita a su clase de cortesía”. ¡Eso era todo! ¡O´Ren Sin-Ta´lento no tenía duda de que ésa era la ayuda que necesitaba! Así que de inmediato puso los pies en polvorosa para llegar al gimnasio del maestro Matzumoto Te-no´kea.
Ya caía la noche cuando nuestro muchacho porfín encontró el lugar, pero el edificio estaba en ruinas, y lo que debía ser el gimnasio tenía los cristales rotos y parecía haber sido abandonado hacía largo tiempo, O´Ren suspiró profundamente y dijo: “¡siempre es la misma historia conmigo! ¡nada me sale bien!”. Pero justo en ése momento, de quien sabe donde salió un hombre enfundado en un traje negro que lo único que dejaba al descubierto eran sus brillantes ojos como de gato y le ató a nuestro amigo un arnés, y ... ¡puff! ... salieron volando directo a la azotea del edificio.
O´Ren estaba tan asustado que no podía emitir sonido alguno.
- ¡Te felicito muchacho! Eres muy valiente, otros han venido y no pudieron soportar la prueba del arnés, comenzaron a gritar pidiendo por sus mamis, pero tú ¡ah tu eres diferente!
- N... n ... no... no no no ... no se crea –porfín logró decir O´Ren– si sí quería gritar ... si quería correr ... p... p... pe... pe... pero no ... nomás no pude ... ¿usted es el maestro?
- ¡Soy el maestro ascendido nivel cuatro honorable ninja supremo de la orden del dragón comelotodo gran Matzumoto Te-no´kea!
- ... pues mucho gusto señor ... don dragón traga a lo bestia nivel cuatro de ... ¿como dijo?
- Matzumoto san para ti pequeño O´Ren Sin-Ta´lento.
- ¿Cómo sabe mi nombre?
- ¡Ah un ninja sabe leer la mente!
- ¿y cómo?
- Un ninja es la mente de su rival ... un ninja se convierte en el rival para adivinar sus movimientos, un ninja es ...
- Yo creo –interrumpió nuestro amigo– que esto no es para mi don Matzumoto san.
- ¡JAMÁS INTERRUMPAS A TU MAESTRO! –exclamaba histérico Matzumoto– ¡sólo por eso comenzarás tu entrenamiento hoy mismo!
- Yo no sirvo para estas cosas ...
- Ya estás aquí ¿dime que tienes que perder?
- ... no sé ... ¿mis huesos?
- Los huesos sanan rápidamente pequeño san, pero el alma no, y tu alma ha sido quebrantada muchas veces, tu espíritu está herido ... muchas lagrimas has derramado sobre tu osito todas las noches ...
- ¿Cómo sabe todo eso? ¿quién le dijo?
- Yo puedo ver dentro de tí porque hace mucho tiempo yo era como tú, nadie debe soportar las burlas de la gente, la humillación ... los niños pueden llegar a ser las criaturas más crueles de todas pequeño san, quedate a entrenar, cambia pequeño san, no por ellos ... por tí ... de todas formas ya no tienes nada que perder ... solo te queda ganar.
O´Ren sabía que el maestro Matzumoto tenía razón ... había pasado demasiado tiempo asustado, agachado, ocultándose, y era tiempo de probarse a sí mismo que podía cambiar aquello que no le gustaba; así que esa misma noche comenzó su arduo entrenamiento al lado de Matzumoto, subía y bajaba escaleras, saltaba la cuerda, practicaba los golpes secretos de los ninjas con el muñeco inflable que le dió su maestro, aprendió a escalar muros cual si fuera una araña y, con el paso de los días comenzó a desarrollar una agilidad, equilibrio y velocidad que le daría envidia a cualquier lagartija del desierto.
Tres semanas habían transcurrido, y los juegos en la escuela estában por iniciarse, el día de la primer competencia se encontraban los padres de O´Ren con todo un equipo de paramédicos que esperaban al niño atentos para ver a que hora se caía, y sus compañeros no se hicieron esperar con las burlas y los empujones, pero O´Ren estaba tranquilo, concentrado, enfocando su energía, visualizando, usando las antiguas y místicas técnicas que le había eseñado su maestro, nuestro amigo ya no era el mismo chico tímido y miedoso ¡NO! luego del arduo entrenamiento, O´Ren Sin-Ta´lento se había convertido en O´Ren Cin-Ta´negra ahora era un experto ninja bien educado en diez diferentes tipos de ataques mortales sin armas, dos diferentes técnicas de desaparición, experto en escaladas, un maestro usando los dardos y el mejor de todos los ninjas aplicando la ultra secreta técnica del nivel cuatro del dragón comelotodo, sabelotodo todoterreno para despistar a sus enemigos.
Y los juegos comenzaron, la primer competencia era una carrera de relevos y en cuanto O´Ren tuvo en sus manos la estafeta se dijo: “soy veloz, soy viento soy un torbellino feroz” y salió disparado, sólo con las cámaras de video los jueces pudieron ver que nuestro amigo había corrido y ganado sin hacer trampa alguna, pues a simple vista no se le veía ni la sombra. Lo mismo ocurrió con las carreras de obstáculos, el salto de longitud, lanzamiento de bala y no se diga con la competencia de escalada de muros, no había ni un solo niño que pudiera segurile el paso a O´Ren, de pronto, todos los abucheos se fueron convirtiendo en vítores, pasaron de gritar “llévense al nerd O´Ren” a “viva el rey O´Ren”, pero éso no le importaba a nuestro amigo, porque un ninja nunca es vanidoso ni arrogante, un ninja es fuerte, sigiloso, humilde, precavido y sumamente poderoso; la segunda parte de las competencias consistía en un juego en equipo, y los rivales debían capturar a todos los miembros contrarios y al final reclamar un banderín que los proclamaría ganadores absolutos de la competencia; los equipos se formaron, pero todos querían ser el líder, nadie escuchaba a nadie y así, poco a poco el equipo de O´Ren estaba siendo capturado, al final se encontraba el sólo contra cuatro chicos más grandes y aparantemente más fuertes, y cuatro chicas tan rápidas como panteras psicóticas, por un momento O´Ren dudó, volvió a sentir miedo, pero de repente le cayó encima una bolsa, se la había lanzado el maestro Matzumoto, dentro se encontraba su traje de ninja, entonces O´Ren sonrió, se olvidó del miedo y se puso el traje, en segundos analizó la situación y comenzó a aplicar la ultra secreta técnica nivel cuatro del dragón comelotodo, sabelotodo todoterreno y burló uno a uno a sus enemigos anticipando sus movimientos, ocultándose, camuflandose con los muros, esperando el momento adecuado para atravesar el terreno, y finalmente tomó el banderín del equipo rival; el colegio entero se volvió loco al darse cuenta de que O´Ren había ganado, nadie le había visto siquiera la sombra ... y era cierto, O´Ren era tan excelente ninja que ni su propia sombra lo podía seguir, motivo por el cual todas las agencias de inteligencia del mundo requerían sus servicios, y aquello era algo que O´Ren Cin-Ta´negra hacía gustoso ... bueno, tan sólo sábados y domingos, porque entre semana debía hacer la tarea y entrenar a sus amigos al lado del gran maestro Matzumoto Te-no´kea.
Quisiera agradecer y dedicar este cuento a quien lo inspiró, Gerardo Caamal, el ninja más honorable que conozco.

Fin

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