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Los mundos de Pippa

Los Mundos de Pippa. Maria Modrego González, escritora española. Cuentos infantiles. Cuentos de niñas.

Esta es la historia de Pippa, una niña especial en una familia especial. Pippa vivía en su casa con su padre Oscar su mamá Paloma y su lala (abuelita) y por supuesto no nos olvidemos de Curra su perrita. Pippa era una niña, muy muy feliz. Pero Pippa no sabía que algo fantástico estaba a punto de sucederle….

Aquel día amaneció nublado, muy nublado diría yo una espesa niebla apenas dejaba ver a Pippa no le gustaba la niebla con lo que se fue muy disgustada al colegio, a la salida le espera como cada día su Lala, mientras comía su merienda Lala le dijo que tenía algo que contarle, algo increíble le había pasado en su paseo matutino.

Como cada mañana Lala se iba a caminar, le encantaba y siempre iba a un bosque cercano de su casa. Pero ese día Lala encontró algo peculiar, vio un cepo y dentro de él un Zorruno (para los que no lo conozcáis un zorruno es parecido a un zorro pero tiene las patas a rayas y más cortas y una inmensa cola de lunares blancos y es muy muy difícil verlos).

Lala dubitativa libero al zorruno, y éste le llevó a su casa, tenía una casa preciosa y olía a sopa deliciosamente, a Lala le encantaba la sopa así que no dudo cuando el zorruno Pantoufle , que así se llamaba le ofreció un plato.

-Está delicioso -comentó lala -creo que es la mejor sopa que he comido nunca- el zorruno agradecido dijo a Lala

-Muchas gracias por liberarme, pensaba que me quedaría allí.

Mientras Lala ayudaba a Pantoufle a limpiarse la herida y vendarle la pata éste le dijo:

– Tengo algo especial para darte, nunca se lo he dado a nadie pero me tienes que prometer que lo cuidaras bien.

Lala movió su cabeza aunque no sabía qué quería decir Pantoufle, mientras le daba un saquito de cuero, Lala no pudiendo evitar su curiosidad abrió la bolsa y exclamo, pero si son pipas, pipas de calabaza. A Lala le encantaban las pipas, por eso a su nieta le puso ese nombre, cuando de repente, fue a comerse una y Pantoufle rápidamente le dijo que no.

-Estas pipas no se pueden comer son mágicas, dijo muy serio.

– ¿Que es lo que hacen? preguntó Lala.

-No te lo diré, pero si quieres saberlo, deberás dejar una debajo de tu almohada cuando vayas a dormir…

Lala se dio cuenta de que se le hacía tarde tenía que recoger a Pippa del colegio que tenia clase de música… Cuando Pippa vio a Lala la noto nerviosa y le pregunto que le pasaba, y Lala le conto toda la historia.

Pippa exclamó:

-¡Lala menuda suerte has visto un zorruno! Lala dijo:

– si la verdad es que son muy bonitos. Pippa dijo:

– pero ¿qué harás entonces con las pipas, las probarás?

– Esta noche, te daré una si quieres Pippa pero si me prometes que tendrás cuidado y no la comerás. Pippa asintió emocionada “claro que si Lala tendré cuidado”.

Aquella noche Pippa apenas pudo cenar ¡Y eso que tenia salchichas! No podí dejar de pensar en el momento de irse a dormir…. Después de cepillar sus dientes Pippa se acercó a Lala, y ésta le dio una de las pipas del zorruno y le dijo “recuerda que debes ponerla debajo de tu almohada ¿Vale?”.

Pippa le dio un beso a Lala y a sus padres y se fue a dormir. Cogió a Lota su muñeca (la tenía desde que era un bebe y siempre dormía con ella), Curra también dio un salto y se acurruco en sus pies. Pero Pippa estaba tan nerviosa que no conseguía cerrar los ojos, y mientras lo hacía observaba a Berta, ella vivía en un globo que colgaba del cuarto de su habitación, la mama de Pippa le decía que cuando ella se iba al colegio Berta se iba con su globo y recorría mundo, pero por la noche siempre volvía porque también le gustaban las salchichas, … Visto que Pippa no lograba dormirse empezó a pensar en lo que había hecho ese día,, muchas veces lograba dormirse de ese modo, así que pensó en lo que le había pasado ese día….

Como cada día, papá le había llevado al colegio, allí estaban Carla y Patricia esperándole en la fila, pero no estaban solas alguien llamo la atención de Pippa alguien que no había visto antes. Estaban con otra niña, tenía la piel oscura y el pelo rizado, con unas chulas gomas de colores que suerte pensó Pippa tengo que pedirle a mama que me haga eso…

Pippa se acercó decidida y saludo a sus amigas que le presentaron a Mandi, era su primer día de colegio y venia de Senegal. Mientras se cerraban los ojos de Pippa esta pensó que apenas había podido hablar con Mandi, todos los niños querían hablar con ella… Pippa cogió a Lotta cerró sus ojos y metió la mano debajo de la almohada, allí topo con algo… la pipa comento¡¡ pero tenía tanto tanto sueño que cerró los ojos.

De repente algo empezó a suceder. Un viento ligero comenzó a soplar en la habitación, de repente noto que su cama se movía pero ella no podía abrir sus ojos… y allí estaba junto con Curra y Lotta en el globo de Berta que le invitaba a subir ¡¡¡ -Hola Pippa, exclamo Berta¡¡¡ ven, sube te voy a llevar conmigo,

-Pero dónde iremos comento Pippa??

– Te voy a llevar de viaje conmigo y estarás de vuelta por la mañana. -Pippa aunque dudaba cogió a Lotta y Curra y subieron al globo, volaron alto, alto, y de repente Berta le dijo,

-Tengo que recoger a alguien especial en este viaje así que debo hacer una parada de acuerdo?

– Si dijo Pippa, pero a quien llevaremos??

– A Mandi dijo Berta.

Pippa no salía de su asombro, cuando vio aparecer a Mandi. Mandi le dijo a Pippa que le iba a llevar a un sitio especial, que le enseñaría su país Senegal y así la conocería mejor. Pippa estaba cada vez mas emocionada y Berta les decía que tenían que darse prisa puesto que solo disponían de unas pocas horas.

Cuando Berta aterrizó el globo, Pippa noto algo diferente, aterrizaron en la arena. Berta les ayudo a ella y a Mandi a bajar del globo, y Mandi muy emocionada le dijo, ven te presentare a mis hermanos y mis abuelos¡¡ Berta, Pippa, Lotta y Curra siguieron a Mandi, y allí de pie estaban los hermanos de Mandi, Luna, Alma y Noa, y sus abuelos todos eran muy altos y tenían los mismos ojos que Mandi. Venid estaréis hambrientos ¿verdad Berta? Pregunto el abuelo de Mandi.

Pippa siguió a Mandi aunque no le extraño que Berta les conociera a fin de cuentas ella volaba todos los días a diferentes lugares ¿no?. Llegaron a la casa. Era una casa de adobe hecha de paja y barro, aquí son así le dijo Mandi, las hacemos nosotros mismos. Pippa estaba emocionada siguió a Mandi, igual que Curra que jugaba con Noa y Alma, y Lotta agarrada de su mano. Allí estuvieron un buen rato mientras Mandi les mostraba la casa, el cuarto donde hasta entonces había dormido junto a sus hermanos, el fuego donde se cocinaba la cena.

Tras la cena, Mandi le enseñó el pozo donde tenían que ir a sacar agua todos los días para lavarse y cocinar.

– Está muy lejos – dijo Pippa.

– Si pero tenemos que ir allí no hay agua más cerca

– ¿No va tu abuelo? ¿Porque vais vosotras a por agua?

– Porque mi abuelo está con las cabras y la abuela está preparando el desayuno, para que cuando nosotras lleguemos comamos y vayamos a la escuela.

Pippa pensó, que ya no se quejaría cada vez que mamá le dijera que cerrara el grifo y no lo dejara correr.

Mandi le enseñó la escuela era de adobe también y tenía unos largos bancos de madera allí le presento a sus amigos, estuvieron jugando un buen rato.

Y perdió la noción del tiempo… de repente apareció Berta,

-Vamos hay que regresar pronto amanecerá y tenemos un largo viaje por delante. Se despidieron de los abuelos y hermanos de Mandi, y subieron todos al globo, Curra llevaba un hueso que Alma le había dado y no paró de darle mordiscos durante todo el viaje. Berta dejó a Mandi en su casa y le agradeció que les hubiese enseñado su casa y su familia, ahora Pippa ya la conocía mucho mejor.

Llegaron a casa Berta dejo su globo en el techo y se echaron a dormir Curra se volvió a acurrucar en sus pies y Lotta le dio la mano. -¡El desayuno! -dijo mamá -venga Pippa hora de vestirse, tenemos que ir al colegio. Pippa estaba emocionada no podía creer todo lo que le había pasado…

De camino al colegio le contó a Lala todo lo que le había pasado durante la noche, y Lala le escucho con atención . Llegó a la fila como cada día y allí estaba Mandi, la miro como si supiera lo que había pasado la noche anterior…. y estuvieron hablando todo el día con Carla y Patricia.

Aquella noche cuando Pippa fue a dormirse, llevó la mano a su bolsillo y encontró un trocito de barro de la casa de Mandi. Pensó mientras miraba a Berta ahí en su globo y no dejaba de pensar en todo lo que había pasado, ¿Lo habré soñado? se preguntó, pero no pudo evitar coger otra pipa y ponerla debajo de su almohada, al fin y al cabo era solo una pipa ¿o no?

Fin
 
Los mundos de Pippa. Literatura infantil y juvenil, cuentos que no pasan de moda. Lecturas para niños de primaria. Historias para aprender leyendo.

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