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Un robot llamado Paulet – Capítulo I

Un robot llamado Paulet – Capítulo I

Un robot llamado Paulet. Miguel Angel Ramos Inga, escritor peruano. Cuento en capítulos.

Capítulo I

“La vida será como el hombre lo dejará”

Desde el planeta tierra o lo que queda de ella se envió muchas naves y robots al espacio para encontrar un nuevo planeta donde se pueda albergar un “nuevo comienzo para los hombres” ya que el planeta tierra producto de las guerras y la contaminación ambiental no era más que un páramo.

El primer robot que tuvo éxito luego de muchísimos fracasos encontró un planeta con una atmósfera muy parecida a la nuestra, que los científicos la bautizaron como “NM2”, pero el robot nunca regresó y se perdió su rastro y con ella sus coordenadas de viaje. El segundo robot con éxito llamado Paulet, (en honor al gran científico peruano) logró encontrar la ruta de viaje del primero y justo cuando se acercaba al planeta “NM2” se perdió su señal.

Paulet: señal con la Tierra obstruida, origen de la obstrucción “NM2”, modo de exploración y de defensa activado. Paulet, era un robot único de su clase, estaba dotado con un sistema único. Podía hacer ciertos juicios o “razonamientos” pero estos eran muy limitados, ya que era una máquina con una misión.

Paulet se internó en el planeta lo que gravaría en su memoria seria único, abundancia de agua, una atmósfera densa, un cielo con claro y casi azul y pero sobre todo una ciudadela. Ahora solo debía de tomar una muestra de agua y regresar, pero lo que es fácil en un comienzo se vuelve difícil su final, eso lo sabía Paulet es por eso que alisto sus armas, y con mucha cautela y diligencia tomó una muestra de agua se alejó hacia el cielo, de pronto sintió una fuerza de gravedad (o de atracción) poderosa que lo impedía irse, puso al máximo su fuerza anti gravedad y pudo librarse del peligro, entrando ya en la atmósfera del “NM2”unos rayos caloríficos venidos de la ciudadela empezaron a atacar a Paulet, éste activó su escudo protector pero no atacó , su prioridad era salir de aquel planeta, logró esquivar todos los rayos y salió de la atmósfera hacia el espacio pero de pronto unos meteoritos que no estaban en un comienzo hicieron un muro en forma de arco como diciéndole “de aquí no pasarás”.

Entonces Paulet activó su sistema de defensa automática y con una gran velocidad empezó a batallar con los meteoritos, quienes parecían tener vida propia, Paulet supo dar una gran lid y justo cuando las había destruidos a todas un enorme meteorito que se formó del resto de las demás fue contra Paulet y lo averió en gran medida, su única defensa disponible por ahora era su velocidad, aunque esta también estaba algo dañada pero lo peor fue que la madre de todos los meteoritos se volvió a desintegrar y formó un remolino alrededor de Paulet comenzándolo a atacar nuevamente.

Paulet evaluó las circunstancias y no tuvo otra alternativa de activar su autodestrucción inmediata y así lo hizo. Ese fue el fin del robot Paulet. Los meteoritos también se desintegraron y todo volvió a la normalidad. Pero la inmolación de Paulet no había sido en vano, en la refriega pudo deshacerse de la muestra de agua, y lo envió en una muy pequeña capsula apenas observable. Aunque la capsula no tenga un rumbo fijo el hombre desde la tierra no dejara de enviar robots o naves exploratorias, y tal vez algunas de estas puedan encontrar aquella cápsula y tenga las esperanzas de reconquistar un nuevo planeta para su propia sobrevivencia, siempre en cuando haya aprendido la lección de cuan vital es cuidar el hogar donde residen.

Continuará…

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