Nicoletta capítulo V es un cuento de la colección cuentos de niñas de nuestra escritora Liana Castello. Sugerido para niños a partir de nueve años.
V – Hotdog tiene ganas de jugar
Nicoletta tomó la correa y trató de engancharla en el collar que tenía colocado Hotdog. El perrito se despertó con muchas ganas de jugar.
Trataba de enganchar la correa y Hotdog se escapaba esperando que Nicoletta se acercase y cuando la niña se acercaba, él se alejaba y así como media hora.
-¡Basta Hotdog! No hay tiempo de jugar, debo llevarte a tu casa, Doña Elisa te extraña.
El perrito parecía haber tomado al pie de la letra el papel de sordo y hacía de cuenta que no la oía, tenía ganas de jugar con la niña y eso estaba dispuesto a hacer.
Saltó arriba de los sillones y Nicoletta tras él. Luego comenzó a comer parte de la alfombra y la niña se tiró encima para sacarle la parte que Hotdog ya estaba masticando. Hizo tanta fuerza por liberarse de la niña que se le había tirado encima y fue tal el envión que tomó que terminó casi volando hasta la mesa del comedor, tirando en su vuelo un florero de cristal.
El florero se hizo añicos, Hotdog terminó lleno de rosas en su cabeza, el agua mojó la alfombra y los tapizados de los sillones, la escena no podía ser peor. NIcoletta y el perrito corrían en círculo alrededor de la mesa. Hotdog pisoteaba las rosas y a su paso, iba tirando todo lo que encontraba.
Antes de lo previsto, llegó la mamá de Nicoletta quien casi se desmaya en la puerta viendo cómo su hija y el perro salchicha se perseguían uno al otro, y el estado deplorable de su comedor.
-¡Mi comedor!-gritó primero
-¡Mi florero!-dijo en segundo término.
-¡Mis hermosas rosas!-se lamentó luego.
-¡Mi alfombra!-se quejó después.
-¿Qué está pasando aquí me puedes explicar NIcoletta?-Gritó por último un poco más que molesta y mucho más que enojada.
-Espera mami, ya te explico, déjame que agarré al perrito y te explico todo.
-¡Agárralo de una vez, esto es peligroso está lleno de vidrios!-Insistió la mamá.
Por suerte Hotdog ya se había cansado de tanto “jugar”, se quedó quietito y se dejó poner la correa. Nicoletta le pidió que se portase bien, que espere que ya se iban y se puso a ordenar el desastre en que se había convertido el comedor.
-Necesito una explicación ya Nicoletta ¿qué ha sucedido con este perro? Menos mal que según tú, tenía cara de santito-dijo la mamá.
-No sé mami, todo estaba en orden, cuando le quise poner la correa para llevárselo a Doña Elisa, empezó todo este lío, no sé si se puso nervioso o qué, pero yo arreglaré todo.
-Vaya perro maleducado, hablaré con Doña Elisa, ya me escuchará. No sé cómo se atreve a pedirte que cuides un perro tan nervioso y mal aprendido.
Una vez más Nicoletta sentía que todo se iba complicando más y más, que se iba enredando en una serie de problemas, todos causados por la cantidad de mentiras que había dicho. Sin embargo, no sabía cómo volver atrás.
Ya se imaginaba la escena: Doña Elisa preguntándole a ella por su trabajo de ciencias naturales, la madre preguntándole a Doña Elisa qué había tenido que hacer por la tarde y reprochándole la mala educación de su perro.
¿No sería momento de decirle la verdad a ambas? Seguramente el camino era la verdad, pero una verdad llevaría a la otra y la otra a la otra y prefirió seguir mintiendo, aún dándose cuenta que una mentira sólo lleva a otra mentira.
-No mami por favor, no hables con Doña Elisa, sufre del corazón. Miré si tú le cuentas todo esto y del disgusto la tenemos que internar. Por favor, su corazón no lo resistiría.
La mamá se quedó pensando.
-Mejor no le digamos nada pobre Doña Elisa, ya tiene bastante con su enfermedad, le llevo a su perrito y listo.
-Bueno siendo así, no tenía idea que Doña Elisa sufriera del corazón, pobre mujer. Debe ser la edad. Te acompaño a llevarle su perrito y le ofreceré ayuda, no diremos nada de esto que ha sucedido. Eso sí, Nicoletta no lo traes nunca más.
-No gracias mami, no me acompañes, es temprano todavía, voy solita y le mandaré tus saludos.
Continuará…
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Nicoletta capítulo V es un cuento de la colección cuentos de niñas de nuestra escritora Liana Castello. Sugerido para niños a partir de nueve años.