Hospital de corazones – Capítulo VII. Historias para niños
Historias para niños. Historias en capítulos.
Cuento sugerido para niños a partir de nueve años.
VII- A Tomy le duele la cabeza
Tomy era el mejor alumno de su clase y del colegio también. La maestra y sus padres estaban muy orgullosos de él porque sacaba diez en todas las materias.
Tomy estudiaba mucho, muchísimo, tal vez demasiado.
Cierto día el pequeño comenzó a quejarse de fuertes dolores de cabeza. Su madre le daba analgésicos, pero llegó un momento en que tomó una sabia decisión: llevó a Tomy a ver al doctor de cabellos rojizos.
La madre le contó al doctor lo que ocurría con su hijo y Tomy escuchaba atentamente sin decir palabra.
-¿Te duele la cabeza en este momento Tomy?-preguntó el doctor.
-Si doctor me duele ¿sabe la tabla del cuatro?, yo la sé muy bien porque la estudié.
La pregunta y el comentario del niño llamaron mucho la atención del doctor.
-¿Quiere que le diga cuánto es siete por seis?
-No gracias Tomy lo sé.
-¿Y sabe qué es la fotosíntesis? También lo sé.
-No hace falta, muchas gracias, sé de qué se trata.
-Bueno podemos hablar de ortografía si prefiere, sé todas las reglas.
El doctor escuchaba atentamente, entre sorprendido y preocupado. De pronto, supo perfectamente lo que tenía que preguntar:
-¿Quieres jugar a algo Tomy?
Ni Tomy ni la madre entendieron la pregunta, al niño le dolía la cabeza, estaban en un hospital y además tenía que irse a estudiar, no había tiempo para jugar. Ninguno contestó, el doctor insistió:
-Tengo ganas de jugar Tomy ¿quieres jugar conmigo?
Al niño se le animaron los ojitos, hacía mucho tiempo que no jugaba, demasiado sin dudas.
El doctor llevó a Tomy al parque del hospital y jugaron a todos los juegos, se hamacaron, rieron en el sube y baja, jugaron a la pelota y en media hora la carita del pequeño era otra.
Tomy tomó de la mano al doctor, pasaron por la sala de dulces y luego de tomar algunos caramelos volvieron al consultorio.
-¿Te duele la cabeza ahora Tomy?-preguntó sonriente el doctor.
-No doctor, jamás me sentí mejor-dijo el pequeño feliz.
-Bueno el diagnóstico es muy sencillo señora-dijo el doctor mirando a la madre-a este niño le hacen falta horas de juego.
-Bueno ahora es época de clases doctor, Tomy tiene mucho para estudiar, ya jugará en las vacaciones.
-Tomy está sufriendo ahora, le está doliendo la cabeza ahora y ahora tiene que jugar, no puede ni debe esperar al verano. ¿Esperará a que se reciba para dejarlo jugar?-preguntó un tanto molesto.
Tomy escuchaba atentamente al doctor y la madre también.
-Bueno Tomy, elije todos los juegos que quieras y te los llevas a tu casa y ya sabes, no abandones el estudio, pero todos los días –sin excepción- debes jugar. Tus notas no bajarán por eso y serás un niño más feliz y sin dolores de cabeza.
Tomy y su mamá siguieron al pie de la letra las indicaciones del doctor y el pequeño no volvió a tomar calmantes porque jugar como un verdadero niño fue el mejor remedio.
Contiuará…
Cuento sugerido para niños a partir de nueve años.
Todos los derechos reservados por Liana Castello
Ilustración de MARIA GRANADERO
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