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El Sello de Lyrax. Capítulo VII

El Sello de Lyrax – Capítulo VII es un de los cuentos infantiles de escritores mexicanos, creado por la escritora Elizabeth Segoviano. Ilustración a cargo de Elizabeth Segoviano.

¡CORRE!

El túnel era bastante estrecho, así que Haibane tuvo que reducir su tamaño y se posó sobre el hombro de Ivy, tan pronto se introdujeron en el pasillo la entrada se cerró y quedaron inmersos en una luz muy pobre color café, pero eso no le preocupaba a Ivy, pues tenía la linterna que le había dibujado su hermano, pero al encenderla, el suelo comenzó a moverse y crujir.

– ¿Qué está pasando cuervito? –decía asustada la niña–.

– No te preocupes Ivy, sigue caminando, hacia adelante mi niña, siempre hacia adelante, nunca mires hacia atrás –aquellas palabras le sonaban muy conocidas a Ivy, pero en aquel momento no podía recordar en dónde las había escuchado–.

El suelo cada vez se hacía más rocoso e inestable, varias veces Ivy tuvo que gatear para seguir avanzando, ella sentía que ya habían pasado muchas horas en ese lugar, y los estruendos y crujidos cada vez eran más fuertes, pero siguieron caminando hasta que el túnel comenzaba a ensancharse y el sendero que estaban recorriendo ahora se dividía en muchos caminos, algunos hacia la derecha, otros a la izquierda, algunos daban vuelta y era muy confuso seguir, pero el cuervo en el hombro de Ivy seguía guiándola para que no sintiera miedo.

Por un momento los temblores y estruendos se detuvieron y pudieron ver con claridad la salida del túnel y la luz era más clara y cálida, Haibane e Ivy sonrieron, pero al dar otro paso hacia adelante la tierra se abrió y la salida pareció alargarse por kilómetros, de repente toda la luz se oscureció y un viento por demás frío resoplaba por los pasillos imitando los alaridos de alguna extraña criatura; Ivy se aferró a su linterna y vieron cómo del inmenso abismo que se había abierto salía la sombra de una mujer.

– ¡Es Tandrara! –Gritó el cuervo

– Ivy, tienes que llegar al otro lado … No bien acababa de decir aquellas palabras cuando un nuevo dibujo de Darian apareció, era un árbol gigantesco, con un tronco tan ancho como toda una casa, y el árbol cayó entre los dos extremos del abismo, como si fuera un puente.

– ¡Corre Ivy! –gritó el cuervo.

La pequeña se acercó al tronco, pero la sombra de Tandrara se interpuso en su camino tratando de detenerla, entonces Haibane se convirtió en docenas de cuervos y todos juntos atacaron la amenazante sombra que sostenía a Ivy

– ¡CORRE IVY CORRE!

– ¡No quiero dejarte solo cuervito! –lloraba la niña–

– no te preocupes mi niña, nada malo va a pasarme, cuando llegues al otro lado repite mi nombre y hallaré mi camino de regreso hacia ti, te lo prometo –

Fue en ese momento cuando la sombra de la alquimista oscura se hizo más y más grande tratando de asustar a Ivy, pero Haibane la detuvo y comenzó a empujarla de regreso al abismo con el fuerte aleteo de toda una parvada de cuervos que no le temía a su oscuridad–.

– ¡Cuervito! –gritaba la pequeña–

Ella estaba a punto de rendirse, tenía miedo y no sabía qué hacer, se apresuró hacia el tronco y comenzó a atravesar, la oscuridad que se percibía desde arriba era atemorizante, Ivy quería ser fuerte y valiente, deseaba con todo su corazón poder ayudar a Haibane, pero se sentía impotente, lo único que pudo hacer fue rezar porque nada malo le sucediera y las lágrimas comenzaron a deslizarse por su rostro hasta caer al vacío, las innumerables lágrimas parecían constelaciones errantes en las profundidades de aquel abismo; inesperadamente el piso comenzó a estremecerse, esta vez con más furia y los pies de Ivy se resbalaron, creyó que caería, pero justo en ese momento la pequeña pudo sentir la presencia de su hermano, no podía verlo, pero sintió como si las manos de Darian la sostuvieran y la jalaran hacia arriba.

¡CORRE IVY! –¡definitivamente era la voz de Darian!

– ¡CORRE IVY CORRE!

– ¡NO TE DETENGAS MI NIÑA, SIEMPRE HACIA ADELANTE NUNCA MIRES HACIA ATRÁS! –era el eco de la voz de Haibane–

Ivy con renovadas fuerzas corrió sin detenerse, corrió sin mirar atrás, corrió por su hermano y por su amigo Haibane …

Continuará…

Capitulo I

Capitulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

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El Sello de Lyrax – Capítulo VII es un de los cuentos infantiles de escritores mexicanos, creado por la escritora Elizabeth Segoviano. Ilustración a cargo de Elizabeth Segoviano.

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