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Glotontón y el origen de las verduras

Por Julia Gutiérrez. Cuentos infantiles sobre las verduras

Glotontón y el origen de las verduras es un divertido cuento infantil de la escritora, periodista y bailarina Julia Gutiérrez. Es un cuento ideal para explicar a los más pequeños sobre las bondades de comer verduras de todas las maneras posibles.

Glotontón y el origen de las verduras

Glotontón y el origen de las verduras - cuento infantil

– «No nos quieren.» ─El zapallo, apenado, buscaba consuelo entre sus compañeras, llamando su atención con un repiqueteo interior de semillas.

– «Ya, mírame a mí, ¡si doy ganas de llorar!» ─respondió, deprimida, la cebolla─. «¡¡¡¡Buahh!!!!» ─y derramó un chorro de zumo de cebolla una vez más.

– «¡Callaros, verduleras! Ja, ja, ja» ─se reían los postres de chocolate, sabedores de contarse entre los gustos favoritos de cualquier familia.

– «¡Dicen que ni cubiertas de ají somos comestibles!» ─dijeron las espinacas (todas a la vez), con un ligero toque de histeria.

En el interior de la refrigeradora, el cajón de las verduras y hortalizas era un hervidero de quejas y lamentaciones. Ellas eran unos seres especialmente sensibles, y estaban muy, muy tristes, porque los niños no querían comérselas.

– «Cuando nos ven en su plato de comida, patalean y lloran hasta ponerse colorados. Engullen lo demás, y a nosotras… ¡Nos apartan!» ─chilló con locura la lechuga, agitando enérgicamente sus hojas.

– «Dicen que les duele la barriga… ¡o lo que sea! Todo, con tal de no hincarnos el diente. Y lo que es todavía peooorrrr, ¡nos vomitan!» ─comentaban indignadas las acelgas.

– «¡Chisttt! ¡Silencio! ¡Alguien abre la puerta de la nevera!» ─avisó la alcachofa, con una modulación radiofónica que daba credibilidad a su aspecto de micrófono de radio.

Con gestos de expectación e incredulidad, esperaban que sucediera algo…

¿Tal vez iban a cocinar un rico puré, una colorida y sabrosa menestra…? ¡¡¡¡Noooo…!!!! La puerta se cerró de nuevo, con un golpe seco que las devolvió a la triste realidad.

– «¡Lo sabía! ¡Han cogido un yogurt!» ─se lamentó el pepino.

– «Bueno, bueno… ¡Ve a llorar a otro lado! Je, je» ─se burló un trozo de pizza de tocino y queso. – «Yo soy… ¡¡¡Miss Pizza!!!… y seguramente seré la elegida para cenar esta noche.»

– «Tal vez nuestro sabor no sea tan rico como el vuestro, snif, snif. ¡Pero somos muy valiosas!» ─se defendió el pimiento, mientras su tono rojo subía de intensidad.

«¡Sí, claro!, si es que sois la alegría de la huerta, ¡no te digo!» ─se burló, impetuoso, el sánduche de jamón con mayonesa.

– «¡Qué poquito sabes de historia!» ─se oyó decir a una voz, con tono de veterana. Una especie de pequeño arbolito, todo verde, se abrió paso desde el fondo y se colocó desafiante delante de todos, dispuesto a hablar.

– «¡Cuéntales la verdad, amigo! ¡Qué sepan cuál es nuestro origen! ¡Dales una lección!» ─corearon al unísono todas las verduras y hortalizas.

Y brócoli, con su verde templanza, empezó a narrar la historia que tantas veces había escuchado de sus antepasados:

«Antes de nuestra existencia, mucho antes de que brotáramos de la tierra, un niño llamado Glotontón comía y comía sin parar. Ingería todo tipo de bollos, dulces, y comida grasienta… ¡ñam, ¡ñam! ─ ¡Otro bollo!, pedía a cada momento. ¡Más! ¡Más! ¡Quiero más! No era exactamente hambre lo que sentía, sino ansia, pues aunque comía cosas ricas, no le aportaban las vitaminas y la energía que necesitaba. Simplemente le llenaban por un momento, y después le llegaban nuevos deseos de comer.»

«Así es que se puso tan, tan, tan gordo gordísimo, que empezó a hincharse de una forma desmedida sin que nadie pudiera hacer nada para impedirlo. El pequeño glotón se hinchó tanto, que un día salió volando por los aires, inflado, como si fuera un globo.»

– «¿Qué hacemos? ¿Cómo lo bajamos?» ─comentaban los familiares y vecinos, preocupados.

«Desesperados, consultaron al Consejo de Sabiduría, quienes, después de mucho pensar, dieron con una solución.»

– «¡Ya lo tengo!» ─Dijo uno de los integrantes. «Crearemos un nuevo alimento, que tendrá que ser mucho más sano que cualquiera de los que ya tenemos hasta ahora. Con esa nueva comida, Glotontón dejará de engordar y se desinflará.»

Origen de las verduras

Se pusieron manos a la obra de inmediato

«Se pusieron manos a la obra de inmediato. Tras estudiar las posibilidades, fabricaron unas nuevas semillas, duras y consistentes, que pronto plantaron en sus tierras. Ya estaban todos los sabores inventados, así que… el nuevo producto sería algo diferente. Ni peor, ni mejor, simplemente diferente.»

«Poco después fueron brotando de la tierra las plantas alimenticias que habían germinado a través de aquellas semillas raras. En su mayoría eran de colores verdosos, aunque también nacieron blancas, rojizas, moradas, y de diferentes formas y tamaños.»

«Los cocineros experimentaron nuevas recetas con ellas, y para que su sabor resultara más atractivo, las mezclaron con las albóndigas de carne, con filetes de pescado, con arroz… y así guisaron platos y platos con múltiples combinaciones.»

«Pasaban los días y Glotontón ya estaba muy cansado de estar allá arriba. Tenía muchas ganas de bajar para volver a jugar con sus amigos, que le extrañaban, y eso le motivó para cambiar los hábitos de su alimentación sin rechistar. Poco a poco, fue perdiendo volumen y poniéndose más fuerte y saludable.»

¡Al fin lo consiguió!

«¡Al fin lo consiguió! En poco tiempo se convirtió en un niño fuerte y sano, y pudo descender hasta el suelo. Lo tenía muy claro, desde ese momento cultivaría su propio huerto de verduras y hortalizas. Tan agradecido estaba con ellas, que empezó a inventarse recetas de cocina muy creativas. Cuando se hizo mayor, abrió el primer restaurante vegetariano del mundo.»

Cuando brócoli finalizó su relato, se hizo un silencio. Todos los alimentos de la refri se quedaron pensando por un momento, mirándose unos a otros. Si aquello era verdad, las verduras podrían ser sus aliadas para comer rico y sano. Al fin y al cabo, ellas no eran peores… ni mejores. Simplemente diferentes.

Fin.

Glotontón y el origen de las verduras es un cuento infantil que nos envió la escritora Julia Gutiérrez a través de nuestro email de publicación.

Sobre Julia Gutiérrez

Julia Guitérrez Nuñez - Periodista y escritora

Julia Gutiérrez Núñez nació en Valladolid (España) y es periodista, escritora y bailarina. Desde hace casi cuatro años está radicada en Quito (Ecuador) donde ha estado vinculada con el sector editorial como correctora de estilo y creadora de planes de literatura infantil y juvenil.

Es licenciada en Periodismo y Comunicación Social y en su país de origen trabajó en prensa especializada en el área de Economía y Salud.

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