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La damita misteriosa 💘 Ella sin saberlo había encontrado el amor.

Por María Gema Salvador. Cuentos de princesas para niñas y niños.

Se le atribuye al, entre otras cosas, filósofo francés, Blaise Pascal una frase que dice «El corazón tiene razones que la razón no entiende». Y parece que es algo así lo que le sucedió a Juliana, «La damita misteriosa«, en este sencillo cuento infantil de reyes, princesas y príncipes de la escritora española María Gema Salvador, que por primera vez nos envía una obra a EnCuentos. Celebramos su participación y la comprometemos a seguir enviándonos sus contribuciones.

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La damita misteriosa

La damita misteriosa - Cuento de princesas

Juliana quería ir al palacio real, pero como no era una princesa no sabía cómo iba a poder ir. Tampoco tenía un vestido adecuado. No sabía coser y no tenía dinero. Se le planteaba un problema difícil. Sin embargo tenía a su favor que era una joven muy linda y animosa y que siempre tenía suerte.

El palacio real estaba engalanado para dar un gran baile. El rey había decidido que se casaría con la princesa más hermosa y bondadosa del mundo. Así que las princesas de muchos Estados fueron invitadas.

De mientras en el camino real una damisela que no era otra que Juliana se había sentado haciendo un alto para descansar. Llevaba días caminando sin apenas comer ni beber y estaba muy fatigada. Al poco tiempo se quedó dormida y soñó que entraba en el palacio con un hermoso vestido y bailaba con el rey. Pero despertó pronto porque empezó a llover y tuvo que echar a correr y refugiarse en una cueva.

Allí se topó con un ladrón que quiso robarla, pero ella le suplicó que la dejara ir. El ladrón sintió pena de la niña y la dejó ir con un consejo. Le dijo que no volviera a salir sola por los caminos. Ella le dio las gracias y siguió andando. Lo que no sabía era que el ladrón compadecido de su infortunio le había metido en su hatillo comida y bebida.

Al llegar la noche se puso a cenar al abrigo de una casita abandonada. Pero tampoco estaba sola. Allí había una mujer que era una bruja. Le pidió de comer y beber y Juliana le compartió lo que tenía.

La bruja se marchó después y Juliana se echó a dormir. No hubo sueños esta vez, pero a la mañana siguiente encontró encima de una silla el vestido más bello del mundo. Era de color azul y salpicado de estrellas y también había un par de zapatos a juego.

Muy contenta la damita salió y dio las gracias a la bruja esperando que pudiera oírla. Le quedaba aun un día más para llegar al palacio del rey cuando se encontró con un anciano que estaba sentado en un poyo. Ella le preguntó si iba por buen camino para ir al palacio del rey y éste le dijo que sí, pero que se quedara un rato con él porque hacía mucho que no hablaba con nadie.

Aunque Juliana tenía prisa, se quedó con el anciano. Le extrañó el que estuviera tan a gusto con un desconocido y compartió su choza y comida. Al terminar el día él le dijo que en pago por su amabilidad expresara un deseo y ella le contestó que sería feliz si podía tenerle por amigo. El viejo se sonrió y le dijo que sí.

Juliana estaba ya cerca del palacio. En su hatillo llevaba un vestido muy hermoso regalo de la bruja y un vestido blanco deslumbrante que le había regalado el anacoreta. Este era el que ahora pensaba ponerse. Así que antes de llegar, se cambió tras unos arbustos y se transformó en una preciosa joven vestida como la luna.

Los guardias al verla tan hermosa la dejaron pasar y tras pasar la puerta se encontró dentro. Por fin había llegado. Preguntó a otro personaje que era el chambelán, dónde estaba el salón de baile y tras decírselo, entró.

Su sorpresa no conoció límites. El rey estaba rodeado de las damitas más bellas del reino. Sus vestidos eran tan deslumbrantes que Juliana se sintió inferior. Se retiró triste y cuando iba a salir se perdió y no pudo encontrar la salida, estuvo dando vueltas y más vueltas hasta que al sentirse cansada, se sentó en un banco del jardín.

Allí vio a un joven. Era de dulce rostro, pero estaba contrahecho. Él le preguntó si era una princesa y ella fiel a la verdad le dijo que no. Entonces el joven que era el hijo del rey le dijo que ella era muy bonita aunque no fuera una princesa y si no le repugnaba su aspecto. Juliana le dijo que no, porque se veía que era muy gentil y ella no se fijaba en el aspecto exterior.

Gallardo que así se llamaba el joven estuvo toda la noche hablando con la joven y al día siguiente ella, cuando despertó, no vio a nadie. Se había perdido el baile y echaba de menos al gentil príncipe. Salió del palacio pensando que había sido una ingenua al pensar que podía casarse con el rey habiendo tantas princesas más bellas que ella y siguió su camino a casa.

Antes de llegar a su destino volvió a ver al anciano al que le contó su aventura y este sonriendo le dijo que no necesitaba casarse con un rey para ser feliz y que tampoco debía envidiar a otras por ser princesas y más bellas.

Y al preguntarle si había conocido a alguien interesante; Juliana le dijo que sí, que el príncipe le había gustado pese a no ser perfecto en apostura. El anacoreta sonrió porque ella sin saberlo había encontrado el amor. Y que no era con el rey con el que deseaba casarse sino su hijo, que al ser contrahecho ninguna princesa le querría, solo una joven de gran bondad y hermosura podría hacerle feliz. Y él había encontrado a esa joven.

Al día siguiente el heraldo del rey llegó a la casa de Juliana y le pidió que acudiera al palacio. Ella acudió en la carroza enviada por el monarca y al llegar vio al rey con su hijo que le hacía señas. El príncipe le preguntó si quería casarse con él y Juliana dijo que sí.

El rey se alegró mucho y Juliana se casó con gran alegría para su pueblo. Con lo cual se cumplió su deseo de ser princesa y llevar el vestido más hermoso del mundo.

Fueron felices los esposos porque para Juliana no hubo hombre más apuesto que su príncipe y porque para el príncipe no hubo princesa ni más bella ni más bondadosa que su esposa.

Fin.

Barcelona a 19 setiembre 2021

Sobre María Gema Salvador

María Gema Salvador - Escritora

María Gema Salvador nació en Barcelona. Es abogada. En su tiempo libre se dedica a escribir. Ha publicado varios libros  en algunas plataformas editoriales. Escribe de todos los géneros. Los cuentos le gustan ya que son aptos para todos.

En 2014 la Federación de Casas Regionales de España en Cataluña, le otorgó un accésit por su poesía «La Belleza». En noviembre de 2016, La Casa de Castilla-La Mancha en Barcelona le encargó un libro para homenajear al manchego del año cuyo título fue «El destino de un hijo de la Mancha» y que está mencionado en la historia de Tortonda (Guadalajara). En febrero de 2017 presentó su libro «La quinta del cementerio» en la misma Casa y en la Asociación del Santo Ángel de Barcelona y el día Sant Jordi en la Federación de Casas Regionales.

Algunos libros de María Gema Salvador

  • «Belial, el caballero», 2005. Editorial La Plana.
  • «Encuentros a medianoche», 2014. Editorial United P.C.
  • «El Libro de las llaves del amanecer». Editorial Donbuk.
  • «El Diario de Vera». Editorial Vook en inglés.
  • «El antro de la serpiente dorada», del género erótico, 2016. Amazon.
  • «La detective Dunia Costa en el tugurio Exclusive», del género erótico, 2016. Amazon.
  • «Pura dinamita», 2016. Amazon.
  • «Mundos paralelos», 2018. Amazon.
  • «Figura tras los cristales», 2019. Amazon.
  • «El edificio en ruinas», 2019. Amazon.
  • «Las doce de la noche», 2019. Amazon.

Más libros de María Gema Salvador en USA.
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