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Cartas a Santa Clauss es uno de los interesantes cuentos de santa claus para niños, escrito por Elvis Eberth Huanca Machaca.

Caminando… No me preocupo, es Navidad y es mi día favorito…

Caminando… En Navidad. Caminando… en Navidad un milagro va a suceder…

En Tacna, no cae nieve, menos hacemos muñeco de nieve o ángeles, como dicen en los libros de cuentos que debe ser la Navidad.

Hace mucho, mucho calor, siempre vivimos en un verano eterno.

El día de hoy, la profesora Patty reunió a todos los niños en el salón, saco hojas y colores, y las departió una en una a cada uno de sus estudiantes.

Diciendo, que dibujemos lo que más deseábamos para esta Navidad.

Pero… ¿Quién era Santa Clauss? ¿Quién era aquel hombre del que todos los demás niños hablaban tanto?

Para un niño de cinco años, que jamás había vivido una Navidad, este hombre era un misterio.

Mi padre trabajaba las 24 horas del día, jamás se quedaba en casa, y mi madre siempre estaba recostada en cama, el dinero a duras penas alcanzaba para comer, y sus medicinas, así que… El concepto de Navidad era muy lejano para mí.

Pero… si esta era una oportunidad, de tener todo lo que los demás niños tenían, no la desaprovecharía; el otro día en la TV, vi un comercial, del que todos mis amigos hablaban tanto, era una Tortuga Ninja, no sé cuál de las cuatro, pero hasta con Esplinter sería feliz.

Tome los colores y las crayolas, dibuje a Leonardo, era mi favorito, me encantaba lo que hacía con las espadas, lo dibuje enorme, con armas, ruedas, más armas, y espadas, también una mirada maquiavélica.

Y listo, al acabar se lo entregamos de uno en uno a la profesora.

Todos mis compañeros tenían el 100% de confianza, en que Santa Clauss, les cumpliría el encargo, así que yo… También me ilusione con eso.

Era mi mayor secreto, porque si quieres que tu deseo se cumpla, entonces nunca debes decirle a nadie lo que más deseas, y solo así se hará realidad.

Aunque… di señas a mi madre de lo que deseaba en estas Navidades como regalo, los días siguientes me pase contando las horas, para que llegase ese día, y vi como poco a poco los demás niños cumplían sus sueños.

¿Y yo? Parecía que mi regalo demoraría, porque fui el último en entregar mi carta, (Rayos, debí dibujar rápido).

Llego la Noche Buena, y mi padre a duras penas llegó antes de la medianoche, mi madre nos veía reventar unos cuantos cohetones y chispitas, desde la puerta de casa.

Al pasar la media noche, mi madre, me llamo, y la vi sacar algo del fondo de su armario. Me entrego un paquete forrado, con detalles navideños en mis manos, con una sonrisa, una pequeña caja, ¿Leonardo se había encogido? ¿Santa Clauss, me lo había traído en partes?

Muy emocionado abrí la caja, teniendo cuidado de no romper el papel, con el que estaba envuelto, era la primera vez en mi vida que recibía un regalo.

Al abrirlo, me di cuenta que era un carrito de policías, era pequeño, poco más grande que la palma de mi mano, estaba muy confundido y enojado, estaba dispuesto a presentar mis quejas con Santa Clauss, con mis padres, pero… Al ver la sonrisa de mi madre, y a mi padre luchando con el sueño, les sonreí y agradecí, aunque dentro de mí, mi corazón se estaba rompiendo en pedazos, pensando en la burla que sería de los demás niños.

¿Qué hice para que Santa Clauss me odie? ¿Era porque soy pobre? ¿Santa Clauss existe solo para algunos niños?

Al día siguiente, me levanté para mirar TV, y vi a mi padre cortando un panteón, y mi madre, sirviendo chocolatada en unas tazas nuevas, no me lo creía, era la primera vez que mi papá estaba en casa, y, no recuerdo haber visto a mi mamá de pie, en mucho tiempo.

Esto… Parecía un sueño, todo el día la pasamos juntos en casa, reímos y hasta bromeamos sobre nuestros vecinos, al atardecer paseamos por el parque, y al anochecer jugamos con mi carrito de juguete.

Este había sido el mejor día de toda mi vida, en mi corta infancia, no recuerdo haber pasado un día tan bueno, como el que pase aquella Navidad. Guarde ese día para toda mi vida.

Luego de pensar tanto en mi cama, me di cuenta de algo, Santa Clauss existe, y tarde o temprano cumplirá tus deseos, no te traerá lo que escribas en una hoja, con dirección al polo norte, sino, lo que en verdad deseas con todas las fuerzas tu corazón.

El regalo de el para mí, fue ese día, y ha sido un recuerdo que me ha ayudado a levantarme, las veces que me he caído.

Ha sido un recuerdo, que me ha ayudado a ser lo buena persona que intento ser.

No odies a Santa Clauss, no envidies a los demás niños tienen, porque la felicidad de cada uno es diferente, algunos la encuentran en los grandes detalles, otros, en los pequeños detalles que valen un mundo y universo entero. Siempre sonríe e intenta ser Feliz.

Caminando… No me preocupo, es Navidad y es mi día favorito…

Caminando… En Navidad. Caminando… en Navidad un milagro va a suceder…

Me quito el pijama y salgo de prisa, es Navidad…

Llevo mis zapatos favoritos de siempre…

Espero que me lleven a un lugar donde pueda ser feliz.

Sin mirar atrás. Sin arrepentirme. Sin deprimirme

Caminando… Intento que esta Navidad sea mi día favorito…

Por lo general siempre busco un atajo pero…

Hoy tengo tiempo, hoy es Navidad.

Y… Iré a un país de maravillas, hoy si será mi día, el día en que seré feliz, hoy es Navidad…

Cartas a Santa Clauss es uno de los interesantes cuentos de santa claus para niños, escrito por Elvis Eberth Huanca Machaca.

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