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Rosalina y el erizo pinchitos

Por Sagrario Martín Moreno. Cuentos de erizos

Rosalina y el erizo pinchitos. Escritora de España. Cuentos de erizos.

Rosalina y el erizo pinchitos

NARRADOR: -Rosalina llegó a un bosque, allí se encontró con el erizo Pinchitos que estaba muy triste.
ROSALINA: -¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan triste?.
PINCHITOS: -No tengo amigos con quien jugar, todos se ríen de mi cuando me ven llegar
ROSALINA.-¿Y por qué se ríen de ti?
PINCHITOS: – No lo sé, pero cuando llego, me miran y dicen riendo:
-¡Mirad!, por ahí viene Pinchitos, ¡Que feo es! ¡No jugaremos con él! Con tantos pinchos nos pinchará y mucho daño nos hará.
ROSALINA: No está bien que te digan eso, pero no te preocupes yo jugaré contigo
PINCHITOS: -De verdad ¿quieres jugar conmigo?
ROSALINA: -Claro que sí, lo vamos a pasar muy bien, mira allí hay una ranita, que está sola, le preguntaremos si quiere jugar con nosotros.
NARRADOR.- Rosalina y Pinchitos fueron donde se encontraba la ranita Cristina y le preguntaron.
ROSALINA: -¿Estás sola? ¿Quieres jugar con nosotros?.
CRISTINA: -Si, no  tengo amigos, hace poco que he llegado a este lugar y no conozco a nadie, por eso estoy sola.
PINCHITOS: No te preocupes, Cristina,  Rosalina y yo seremos tus amigos.
CRISTINA: ¿A que jugamos?
PINCHITOS: Yo sé un juego que me enseñaron mis papás, se llama BRINCAR Y BAILAR, tenéis que poneros de pie y hacer lo que yo os diga.
PINCHITOS: Damos un brinco, otro brinco más.
Las manos arriba y dando tres palmas volvemos a brincar: 1, 2, y 3.
Damos un brinco, otro brinco más.
Las manos en la cintura y dando tres palmas volvemos a brincar: 1, 2, y 3.
Damos un brinco, otro brinco más.
Las manos en la cabeza y dando tres palmas volvemos a brincar 1, 2, y 3.
Cambiamos de ritmo:
Movemos las manos, los pies al compás y moviendo el cuerpo nos ponemos a bailar, bailamos deprisa, bailamos despacio, bailamos normal
Y después de tantos bailes, nos quedamos quietecitos y a descansar.
NARRADOR: Rosalina, Pinchitos y la ranita Cristina, se divirtieron mucho con este juego.
Los demás animalitos no podían creer que Pinchitos estuviera jugando, se acercaron y dijeron:
ANIMALITOS: ¿No os importa jugar con Pinchitos?, es distinto y tiene pinchos,
ROSALINA: Claro que no nos importa, Pinchitos es nuestro amigo y lo queremos, pero además tiene un gran corazón y eso es lo mejor.
NARRADOR: Los animalitos comprendieron que Rosalina tenía razón, y pidieron perdón a Pinchitos.
ANIMALITOS: Perdónanos Pinchitos, nunca más nos volveremos a reír de ti.
ROSALINA: Me alegra que lo hayáis comprendido, todos tenéis que ser amigos y no reíros de los demás.
NARRADOR: Rosalina se despidió de todos y de nuevo empezó a caminar, porque el bosque de la luz tenía que encontrar.

Fin.

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