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La fuga de la musa es uno de los bellos cuentos infantiles de hadas y princesas escrito por Liana Castello, un cuento sugerido para niños a partir de seis años.

Pedro había escuchado hablar de “las musas inspiradoras”. Las imaginaba como hadas que ayudaban a los escritores y poetas a escribir sus más bellos textos. Se preguntaba si cada uno tendría la suya o si una musa se podría compartir y si así fuera ¿Quiénes comparten una musa escriben lo mismo? Pregunta de difícil respuesta pues Pedro no conocía a ningún poeta y tampoco a ningún escritor.

Lo cierto era que tenía que escribir un cuento como tarea y no se le ocurría nada. Fue en ese momento que recordó a las musas y se preguntó por dónde andaría la suya, si es que él tenía una por supuesto. Supuso que sí, que una debería tener pues se suponía que las musas se presentaban cada vez que alguien se disponía a escribir algo.

Sin embargo, parecía que la suya se había fugado. La tarde pasaba y a Pedro no se le ocurría nada.
¿Por dónde estaría? El pequeño miraba por la ventana por si acaso la viera por la calle, pero, en el caso de que estuviese allí ¿la reconocería? ¿Cómo sería el aspecto de una musa?

-Bah ¡Qué importa!-dijo Pedro- que sea como sea, pero que aparezca.

El tiempo pasaba y la musa no venía, el niño no sabía qué escribir y como nada se le ocurría, volvía a pensar en su musa escurridiza.

-Si las musas inspiran todos los cuentos, las novelas y las historias tal vez la mía esté en alguno de ellos-dijo Pedro en voz alta–¡Claro! ¡Eso debe ser! ¿Dónde estará? Pensó-

Tal vez en un barco pirata contando todas las monedas de oro del tesoro que guarda el cofre que acaban de encontrar.

O quizás la atrapó una bruja malvada con una verruga en el rostro, nariz puntiaguda y está en medio de una olla a punto de convertirse en sopa…

-No, no, mejor pienso en otra cosa-dijo el niño.

-Tal vez esté en una torre alta de un hermoso castillo charlando animadamente con una princesa que hace años está encerrada y aburridísima. Si es así-pensó Pedro- no vendrá por mucho tiempo.

-¿Y si está con algún sapo que sólo si recibe un beso de amor se convertirá en príncipe? ¿Y si nadie lo besa al pobre sapo? ¿Se quedará con él para siempre?

Tal vez ni eso, por ahí-pensaba Pedro- había sido capturada por un extraterrestre en algún libro de ciencia ficción. La cuestión era que el tiempo pasaba y a Pedro nada se le ocurría.

¿Y si estuviera en una novela policial y había sido capturada por alguna mafia y la policía la estaba buscando?

La musa seguía sin aparecer y Pedro debía escribir el cuento.

De pronto el pequeño se sentó, tomó su lapicera y haciendo golpecitos con ella en el escritorio descubrió algo: ¿Cuántas historias le había hecho vivir a su musa fugada esa tarde? ¿Cuántas aventuras había pensado que ella estaría viviendo? ¿Cuántos destinos había tenido la pobre hada y en cuántas manos había caído gracias a su imaginación?

No lo pensó más y sin demorar comenzó a escribir su cuento y se dio cuenta que para hacerlo, ninguna musa había venido en su ayuda, lo había creado él solito.

Cuando terminó se sintió feliz, su gran imaginación había creado una gran historia, sólo él.

¿Sólo él? Bueno… no estaba tan seguro… el cuento se llamaba “La fuga de la musa”.

Fin

Cuento sugerido para niños a partir de seis años

Todos los derechos reservados por Liana Castello

Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio físico o digital sin la autorización expresa de la autora.

ILUSTRACION ANNA BURIGHEL

La fuga de la musa es uno de los bellos cuentos infantiles de hadas y princesas escrito por Liana Castello, un cuento sugerido para niños a partir de seis años.

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